¿Ver maravillas en un país lleno de problemas? Pensarlo puede sonar a broma, pero si agudizamos los sentidos para descubrirlas y admirarnos sobre ellas más allá de los problemas cotidianos, abrimos posibilidades a nuevos conocimientos.
Podemos aprender de aquello a nuestro alrededor que, a fuerza de verlo diariamente, llegamos a “mirar sin ver”. elCaribe me aportó ayer un buen ejemplo con la publicación sobre estructuras arquitectónicas impactantes de la nación. No hay que ser arquitecto ni especialista para admirarlas e interesarse, por ejemplo, en qué puede haber detrás de una edificación y su función.
Sin exclusión temática alguna, si nos acostumbramos a maravillarnos cultivamos la curiosidad a favor del crecimiento intelectual.
Claudia Fernández Lerebours
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Periodista
