Leonel Fernández, tres veces en el Palacio Nacional, argumentó una vez que nunca aspiró a ser presidente. Abundan casos de parejas con dificultades para concebir que reciben la sorpresa del embarazo justamente cuando han dejado de buscarlo, tras resignarse a que nunca tendrían hijos.
Son ejemplos que testimonian que en la vida tanto hallamos lo que no buscamos como lo que buscamos. Por eso junto a plantearnos metas y perseguirlas, es importante la noción de la renuncia.
Alimentar ideas de que se merece recibir esto o aquello puede hacernos sufrir, pues la decepción siempre es una posibilidad. Hay que luchar por hacer realidad los anhelos pero provistos de un prudente sentido de renunciación: bien si llega; sino, también.
Claudia Fernández Lerebours
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Periodista