Envían a prisión al padre del niño hallado muerto

El cuerpo del niño Michel Marlem Gómez, de cinco años, fue encontrado anteayer en estado de descomposición, después de tener un mes desaparecido.

El cuerpo del niño Michel Marlem Gómez, de cinco años, fue encontrado anteayer en estado de descomposición, después de tener un mes desaparecido.El padre del niño de cinco años que fue encontrado muerto en el municipio Boca Chica, Franklin Kingssinyer Marlem Pimentel, deberá cumplir tres meses de prisión preventiva en la cárcel de La Victoria, por considerarse el primer sospechoso del crimen.

Con semblante sereno, Marlem Pimentel afirmaba su inocencia ayer en la mañana ante la jueza Jesenia Arias, que consideró que hay indicios suficientes que lo responsabilizan del caso.

Próximo al mediodía, el imputado fue trasladado del juzgado de Atención Permanente de Santo Domingo Este, donde se le dictó la medida, hacia la cárcel.

El día en que Michel Marlem Gómez, de cinco años, desapareció, él había salido con su padre. Vecinos de la calle La Altagracia, del sector de Los Botados, en San Andrés, Boca Chica, indicaron que vieron cuando Marlem Pimentel subió al niño en una camioneta la mañana del 30 de noviembre.

Hace dos semanas que el imputado estaba separado de la madre del niño, Luz Mary Gómez, de 22 años, por lo que ella se mudó a la casa de su madre en el sector Los Botados. Luz Mary declaró a la Policía que el hombre la amenazaba con quitarle al niño si ella no volvía con él.

La versión del acusado contrasta con la que ofreció la madre de Michel. El imputado asegura que aunque no vivían juntos tenían una buena relación. De hecho el 30 de noviembre andaban juntos comprando un cabello postizo que la joven quería usar en el acto de su graduación de bachiller. Según Marlem, después de que regresaron a la casa, él salió con el niño por breves minutos a buscarle qué desayunar a su madre. “Regresamos en menos de media hora y dejé al niño con su madre”, dijo.

Mientras que Luz Mary indicó que el hombre le dijo algo en secreto al niño cuando lo dejó en la casa y que aunque lo vio marcharse solo, su hijo desapareció minutos después. “Inmediatamente Marlem se va, Michel me dice que va al baño. Entró a la casa. Yo, al ver que pasa un tiempo y no sale, entro a buscarlo, pero no lo encontré”, explicó la madre.

El acusado, de 37 años, tiene un antecedente que hace sospechar a Luz Mary que él pudo dañar a su hijo: se le atribuye haber vendido a otro hijo de un año a unos extranjeros, hace seis años.

El pequeño Michel era muy vivaracho, de contextura delgada. No vivía con sus padres. Era su abuela materna, María Benítez, que lo estaba criando desde que era un bebé. Quizás por eso era ella la que se notaba más afectada por su muerte y fue quien primero acusó a Marlem de su desaparición.

Marlem Pimentel se unió a la búsqueda de su hijo desde el primer día. Fue apresado por diez días, por considerarse sospechoso. Cuando salió libre, el pasado día 23, Luz Mary y su madre empezaron a recibir mensajes por el teléfono móvil de un remitente desconocido que le informaba que su hijo estaba muerto. Supuestamente el imputado también recibía esos mensajes y fue así como él mismo pudo guiar a la Policía hacia el cadáver del niño, acompañado de dos periodistas.

Se ha rumorado que al niño le extrajeron los ojos y que fue muerto para vender sus órganos. Pero el fiscal de la provincia Santo Domingo, Perfecto Acosta, sostuvo que será necesario esperar la necropsia para comprobar si le extirparon algún órgano. El cuerpo fue hallado a la altura del kilómetro 25 1/2 de la autopista Las Américas, en un área boscosa próximo al mar. 

El acusado se defiende de los cargos que le imputan 

A Franklin Marlem Pimentel, que trabajaba como profesor sustituto en un liceo de Boca Chica, le sobrevive una hija de seis años que procreó con la misma mujer haitiana con la que tuvo el niño que dicen que vendió a una pareja norteamericana.

“El pueblo me acusa de algo que yo no hice, yo no tengo valor ni sería capaz de matar a mi propio hijo”, expuso a los periodistas después de escuchar la sentencia. Manifestó que no tiene enemigos por lo que desconoce quién pudo haber sido el asesino de su vástago.

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