Las Malvinas, 179 años de disputas

Examinando los noticieros de ayer jueves vi una imagen que me llamó poderosamente la atención. Cristina Fernández de Kirchner…

Examinando los noticieros de ayer jueves vi una imagen que me llamó poderosamente la atención. Cristina Fernández de Kirchner salía a la luz pública, por primera vez desde que se retirara provisionalmente del gobierno luego de que fuera diagnosticada con una especie de cáncer en las glándulas  tiroides, y lo hacía esgrimiendo dos poderosas armas de marketing como medio para recobrar vigencia mediática e insuflar contundencia a su retorno al ruedo institucional y político.

En primer lugar, en su cuello podía observarse una cicatriz transversal de un diámetro considerable por la que supuestamente le habían sido extirpados los nódulos tumorales que, contrario al diagnóstico original de cáncer , había arrojado un “falso positivo” lo que le habría permitido retomar las riendas del poder en un tiempo menor al que se había pronosticado. La presidenta argentina mostraba, con su chaqueta abierta a nivel del tórax, las huellas del proceso médico al que se había sometido, buscando básicamente dos cosas: desmentir a aquellos que sostenían que su enfermedad era parte de un teatro y, por otro lado, apelaba al recurso de persuasión aristotélico o “Phatos” que busca crear credibilidad en base a la provocación de los sentimientos y emociones de la audiencia.

En segundo lugar, y luego de que por medio a sus voceros había repetido a la opinión pública que no se referiría a la disputa diplomática que mantiene Argentina desde hace 179 años con Gran Bretaña sobre las Islas Malvinas, hizo lo que aconseja el manual: tratar algo inesperado que toque sensiblemente los intereses del auditorio, y, el tema de la disputa por estas islas, por el ingrediente nacionalista que posee, no podía ser desperdiciado.

Ahora bien, aunque como estrategia mercadológica, tocar el tema de las Malvinas en ese contexto pudo haber sido correcto, siendo pragmáticos cabe preguntarse: ¿llegarán en algún momento a un acuerdo estos dos países sobre el estatus de estas islas?

El estatus de las Islas Malvinas vuelve a colocar de frente a dos principios del Derecho Internacional: el de Libre Determinación de los Pueblos y el de la Integridad Territorial de los Estados, ambos presentes de manera taxativa en la Carta de las Naciones Unidas.

En los siglos XV y XVI, como una consecuencia de la fiebre de colonización europea en el Nuevo Mundo, se consideraba a aquellas tierras avistadas o descubiertas por una potencia como pertenencias de la misma, sin embargo, más tarde, esta premisa varió estableciéndose que, para que los Estados pudiesen saberse dueños absolutos, “erga omnes”  de sus descubrimientos debían proceder a la ocupación efectiva de los territorios, de lo contrario esas tierras se convertían en “Res Nullius” o  “cosa de nadie”.

La disputa

El descubrimiento de las Malvinas fue un tema de disputa constante entre España y Francia y ambos se autoadjudicaron por un tiempo la soberanía sobre las mismas. Sin embargo, no tardaron en abandonarla. Argentina toma posesión de ellas, hasta que en 1833, Reino Unido, esgrimiendo los argumentos propios del siglo XV, invade y consigue el retiro a las autoridades argentinas desplegadas allí. Esto desembocaría, 144 años más tarde, en la Guerra de las Malvinas, que en 1982 volvió a perder Argentina frente a Reino Unido con un saldo de cerca de 1,000 muertes y por la cual Gran Bretaña reivindicaba estas tierras como su posesión colonial en ultramar.

Existen desde ambas partes innumerables argumentos para defender su derecho de posesión sobre  las Malvinas, sin embargo, los dos más interesantes y que indiscutiblemente dificultan, por no decir que imposibilitan el arribo a algún acuerdo son: por un lado, Gran Bretaña defiende el libre derecho que tienen los colonos que viven en las islas de decidir a qué Estado pertenecer (ellos han decidido que son ingleses) y, por otro,  Argentina aduce que la primera se adueñó de estos territorios de manera irregular, sobre la base de la superioridad militar y que sobre todo, estas islas son la continuación geográfica de la cuenca argentina y extensión indiscutible de su territorio al cual debe serle respetado y garantizado su derecho a la integridad territorial.

De manera que, cuando se aproxima el 30 aniversario, este 2 de abril, de la Guerra de las Malvinas, este conflicto recobra vigencia, condimentado en esta ocasión no solo por el enfrentamiento jurídico de los dos principios supracitados, sino también por los descubrimientos de petróleo al sur de las islas y por la creciente industria pesquera radicada allí.

En definitiva, los aspectos económicos y el manejo del petróleo mantienen animado todo tipo de controversias en cualquier parte del mundo y lo colocan a niveles superiores de nerviosismo.

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