Detectan 37 nuevas modalidades para trasladar drogas

María Alfonseca Cuevas pretendía regresar a España después de pasarse un mes junto a su familia en su natal pueblito de Los Ríos, provincia Bahoruco, pero cuando cruzó el área de rayos X del aeropuerto Las

María Alfonseca Cuevas pretendía regresar a España después de pasarse un mes junto a su familia en su natal pueblito de Los Ríos, provincia Bahoruco, pero cuando cruzó el área de rayos X del aeropuerto Las Américas presentó un perfil sospechoso y, al ser revisada por los agentes antidrogas, se le detectó heroína en la faja que llevaba adherida a su cuerpo.

Una semana después, en el aeropuerto de Punta Cana, el turista serbio Nebojsa Bojovic fue apresado momentos antes de despegar el vuelo 3543 de Air France con destino a París, cuando en una maleta de su equipaje fueron hallados 2 kilos y medio de cocaína encubiertos en varias perchas de ropa.

Las múltiples modalidades detectadas para sacar droga del país cada vez son más insólitas e inverosímiles.

Los dos casos citados ocurrieron en enero pasado. Son parte de las 37 nuevas modalidades que han sido descubiertas, en puertos y aeropuertos del país, por la Dirección Nacional de Control de Drogas (DNCD) entre noviembre de 2011 a marzo de 2012.

Con anterioridad a ese período, se habían detectado otras 111 maneras utilizadas por el narcotráfico internacional para transportar estupefacientes al exterior, principalmente hacia Europa y los Estados Unidos.

Las “narcomulas” han sido definidas como los medios directos del tráfico humano, a través de los cuales el narcotráfico internacional encubre, o intenta encubir, sus operaciones.

Desde tubos de sillas de ruedas, pilones, café molido, auyamas, ajíes, plantillas de zapatos, condones, licras, latas de conservas, pacas de tabaco, forros de aeronaves, calderos, yautías, plátanos, y hasta en el ano o la vagina de las mulas son encubiertos los estupefacientes en su intento de sacarlos del país, en cantidades cuyo peso oscila el kilo y los diez kilos, aunque en algunos casos se han detectado cargamentos completos de droga encubiertos en frutas, víveres y hasta dentro de las patas de muebles finamente tallados.

Sin embargo, hay quienes sospechan que cuando el narcotráfico expone a que una mula sea detectada en un aeropuerto es para obviar la atención de un cargamento de droga mayor sacado por otra terminal. Es una acción que se compara con la táctica permanente del ajedrecista: sacrificar al peón para salvar la reina.

La inusitada frecuencia con que actúa el narcotráfico por medio de estas modalidades también apunta a la sospecha de que sus operaciones no son del todo un fracaso, porque de serlo descendería significamente la cantidad de droga decomisada a las narcomulas.

¿Se expone alguien, en un negocio legal o criminal, a invertir para siempre perder? Obviamente que no.

Pero cualquiera que sea la realidad de estas ilícitas operaciones, las cifras revelan que son considerables los estupefacientes confiscados en las terminales utilizando las nuevas modalidades del trasiego internacional de drogas, lo que fortalece la percepción de que el país sigue siendo un trampolín del narcotráfico.

Decomisos

Los escondrijos de las narcomulas cada vez son más inimaginables. La más reciente modalidad fue descubierta el 29 de enero en el aeropuerto de Punta Cana, donde fue apresado el ciudadano español Ramiro Hinojosa por imputación de traficar con heroína líquida camuflada dentro de una botella de whisky.

En el aeropuerto de Las Américas, el 18 de febrero pasado, una mujer embarazada confesó que “alquiló” su estómago para llevar a Madrid 132 bolsitas de cocaína. Josefina Florián, la “narcomula”, declaró que antes de llegar al aeropuerto fue trasladada a un lugar, que no identificó, donde le dieron a ingegir las bolsitas de cocaína.

Las estadísticas de la DNCD revelan que entre el año pasado y lo que va del 2012 se han decomisado 626 kilos de cocaína, 3.2 kilos de heroína y 24 gramos de marihuana, sin incluir los 755 kilos de cocaína decomisados en pacas de tabaco dentro de un contenedor, en el puerto multimodal Punta Caucedo.

El “tráfico de medios humanos”, como también se conoce a esta modalidad del transporte de drogas al extranjero valiéndose del reclutamiento de “mulas”, ha arrojado en los últimos trece meses 114 detenciones (76 hombres y 38) en 105 operativos de la DNCD y organismos de seguridad destacados en los aeropuertos.  De esa cantidad de mulas apresadas y sometidas por ante el juez de la coerción por el Ministerio Público, 95 fueron procesadas por méritos de la acusación, pero sólo 83 permanecen en prisión luego de dictárseles las medidas coercitivas o ser condenadas en primera instancia.

“La DNCD sólo se limita a enviar al imputado por ante el Ministerio Público, quien es el que valora la acusación y las evidencias, y procede a solicitar las medidas de coerción correspondientes”, aclaró Roberto Lebrón, vocero del organismo antidrogas.

La mayoría de esos operativos de decomisos de drogas han sido practicados en los aeropuertos Las Américas y Punta Cana, las terminales de mayor flujo de pasajeros de la República Dominicana.

El puerto multimodal Caucedo es la terminal marítima donde la DNCD ha incautado la mayor cantidad de cocaína entre enero de 2011 y marzo de 2012: 3,678 kilos. Cabe destacar que el éxito en los operativos de apresamiento de los narcomulas se debe a la preparación de los agentes antidrogas y a la  colaboración de los organismos de seguridad aeroportuarios. Cada nueva modalidad detectada del trasiego de drogas por teminales con destino al exterior, a través de los puertos y los aeropuertos, requiere de un seguimiento especial que se le da a determinado perfil del sospechoso, el que se elabora sobre la marcha teniendo como base parámetros conductuales del invididuo que se mueve en el área de seguridad vigilada.

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