En la actualidad es casi imposible acudir a una reunión de amigos, e incluso, durante una reunión laboral en la que de un momento a otro no surjan los temas de “las dietas”, “las horas en el gimnasio” o “lo que estoy usando para perder peso de manera rápida”. Al parecer, es una especie de “epidemia” el querer tener el peso “ideal”, y esto debe hacerse al estilo del “Correcaminos”.
Para no quedarse atrás (como el último), desde hace un tiempo en el mercado se comercializan una infinidad de productos que prometen “ayudar” a ponerte en forma y en poco tiempo. Entre ellos se encuentran los quemadores de grasa.
Richard Marine, reconocido especialista en nutrición y medicina deportiva, explica que, “estos productos forman parte de las ayudas ergogénicas, con el fin de acelerar la pérdida de peso por vía hepática, de los cuales existen presentaciones, tanto de origen farmacológico como en forma de suplementos no farmacológicos”.
Quienes buscan agilizar su metabolismo con el uso de estos suplementos lo hacen porque, supuestamente, funcionan como una especie de acelerador del tejido graso en los diferentes procesos del organismo provocado por las sustancias que lo componen.
Pero… ¿Qué tan efectivos son? Es importante aclarar que toda acción que pretenda “engañar” el funcionamiento normal del organismo tiende a crear más consecuencias negativas que positivas, pues cuando en el organismo se estimula la pérdida de grasa por métodos exógenos (es decir, de fuerza), en este caso con los quemadores, este responde no necesariamente perdiendo tejido graso, sino perdiendo agua por un proceso de oxidación que ocurre en estos procesos bioquímicos.
No es una fórnula mágica
Pero no creas que esto es una fórmula mágica que te ayudará con tus libritas de más sin esfuerzo. Si el consumo de quemadores de grasa no se acompaña de actividad física y una dieta adecuada no tendrá el efecto esperado.
Joel Pereira Encarnación, entrenador personal en el gimnasio Body Health, explica que los quemadores de grasa tienen como ingrediente principal lo que se conoce como thermogenic, el cual tiene dos variantes: los termogenicos y los lipolitico; cuya finalidad es facilitar la eliminación del almacenamiento de grasa en el cuerpo, que luego la va a quemar en forma de calorías o energía.
“Por lo regular se usa para combinarlo con la dieta y una buena rutina de ejercicios. Los componentes de los quemadores utilizan la grasa como energía, por lo que se baja de peso con mayor rapidez”, detalla Pereira Encarnación, quien tiene 12 años de experiencia como entrenador.
Alternativas caseras que pueden ayudarte
El té verde es muy bueno para quemar grasas naturalmente. Prepara una infusión con té verde y tomate de cuatro a cinco tazas al día, sin agregar ningún tipo de alimento para acompañar la infusión diferente a lo habitual.
Otra opción es tomarte medio vaso de jugo de lechosa, piña, sandía y guineo.
Esto, además de ayudarte a quemar grasas, te permite desintoxicarte, pues alivia el estreñimiento, baja el colesterol y los triglicéridos. También es bueno para las personas que tienen la digestión lenta.
Alimentos como el ajo, apio, arvejas, bacalao, berenjena, cebollas, ciruelas, espárragos, espinacas, manzanas, melón, puerros, tomates, uva y zanahoria, entre otros, son algunos de los que puedes consumir para procurar bajar de peso. Además estos cuentan con un gran número de vitaminas y nutrientes que ayudan a tener una mejor salud.
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