El verdadero Hipólito

Al margen de lo pasional, característica distintiva de los criollos que la pelota y la política potencian hasta sus extremos, apena la…

Al margen de lo pasional, característica distintiva de los criollos que la pelota y la política potencian hasta sus extremos, apena la descolorida, pobrísima y deslucida  actuación de Hipólito Mejía, en el desarrollo de la presentación de su programa de gobierno, ante el Grupo de Comunicaciones Corripio el pasado 25 del presente mes de abril.

Reportes de prensa, extraen la poca sustancia de su participación, dándole un carácter coherente e hilvanado, cosa que la realidad distancia del intento de benévolos articulistas. Se suponía que presentaría “las propuestas necesarias para mejorar la calidad de vida del pueblo dominicano”, como se anunciaba en la invitación para verlo por los canales de TV propiedad del mencionado grupo, pero una confusa maraña de ideas simples articuladas alrededor de frases sonoras, hicieron sufrir “vergüenza ajena”.

No fue capaz de responder ninguna de las preguntas que le formularon los del panel, a pesar de que muchas de ellas tenían un carácter complaciente. En términos de beisbol callejero fueron casi todas “güevitas” que le picharon y si no le cantaron “estrai”,  batió “alitraneao” en cada oportunidad. Se percibió como incoherente por la ausencia de conexión entre pregunta y respuesta; incurrió en múltiples dislates, errores, equivocaciones, absurdos, desatinos y desaciertos que convirtieron su presencia en un despropósito. Eludió compromisos y evitó referirse a determinados temas, sobrando el tiempo medido en cada intento de respuesta. “Todo está aquí”, repetía, “déjale una copia”, añadió, pretendiendo que el documento impreso del programa de gobierno, pudiera explicar por sí mismo lo que él no fue capaz de hacer.

Confundió personas, habló de eventos celebrados recientemente por entidades que hace años no existen y de actividades que no corresponden a las que fue convidado y asistió como invitado de honor. Atribuyó a quien no corresponde la iniciativa del 4% para la educación y al momento de responder a Huchi Lora de que si entendía que ese monto corresponde sólo a la educación pre universitaria, demostró que lo del compromiso con la educación es solo un cliché de campaña, ya que internamente no la asume, al indicar “vamos a ver la disponibilidad…”.

Los que creen que es asunto de deterioro deberían “degustar” su comparecencia en la Cumbre Iberoamericana, en Panamá, en noviembre del 2000, disponible en YouTube, donde fue burla de Fidel Castro ante una intervención, como  similar y risible payasada internacional. Esta participación pública y la “verborrea” de ofensas que aqueja a  HM parece ajustada a la campaña “Quítate la venda” de sus propios parciales.

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