Hace 30 años que el presidente Antonio Guzmán se suicidó

La noche del 4 de julio de 1982 el presidente Antonio Guzmán Fernández se quitó la vida en un pequeño salón del Palacio Nacional.

La noche del 4 de julio de 1982 el presidente Antonio Guzmán Fernández se quitó la vida en un pequeño salón del Palacio Nacional.Lo dramático del hecho causó un gran trauma en el país, sobre todo por las diferentes versiones que de inmediato circularon en torno a las causas que motivaron que uno de los mandatarios mejor valorados se suicidara sin revelar los motivos de tan trágica decisión.

A los 30 años, la o las causas que movieron al mandatario a atentar contra su vida todavía permanecen en el más absoluto misterio.

Las versiones

Entre las versiones más socorridas se señalan que Guzmán estaba agobiado por una gama de problemas de Estado en lo que su gobierno tenía gran responsabilidad, así como por permanentes acusaciones de corrupción que involucraban directamente a su hija Sonia Guzmán de Hernández y a su esposo, José María Hernández, secretario de la Presidencia, por lo que sería sometido a la justicia tan pronto Salvador Jorge Blanco asumiera el poder, para entonces presidente electo y de su propio partido.

Se recuerda que el 3 de julio había sido un día muy agitado para el mandatario, el cual comprendió al menos más de dos viajes desde y hacia el Palacio Nacional y a la casa veraniega de Juan Dolio, en los cuales estuvo acompañado de Ramón Oscar López, el encargado de la finca “Bobita”, de su propiedad, ubicada en Río San Juan.

En el libro “Los que mataron a Antonio Guzmán”, el periodista Carlos Cepeda asegura que Ramón Oscar López le contó que en esos viajes a Juan Dolio, Guzmán le había dicho que estaba decepcionado.

“Trataron de traiciones de gente cercana, de las lacras existentes en la política vernácula y otros aspectos generalizados que habrían decepcionado al gobernante”, sostiene López

El suicidio

Tras su último viaje a Juan Dolio, el presidente Guzmán se dirigió a su despacho donde estuvo revisando y organizando algunos documentos, y para sus asistentes y militares era extraño que el mandatario se notara tan solitario y callado.

Pocos minutos después de las 8:00 de la noche llamó a su despacho al secretario de las Fuerzas Armadas, general Mario Imbert McGregor, quien en ese momento se encontraba en Constanza, así como al coronel Braulio Álvarez Guzmán, quien, acompañado del coronel asistente policial Pimentel Castro, entró al despacho.

Cuentan que apenas cruzaron palabras y que a todos les resultó sumamente extraño la forma callada y reservada del presidente.

Como el presidente Guzmán no acostumbraba quedarse en Palacio hasta tan tarde, sobre todo días como los sábados en que compartía con su familia, la primera dama Reneé Klang llamó desde la casa presidencial de Juan Dolio para saber las causas de la tardanza.

Su nuero, José María Hernández, le respondió que aún el mandatario se encontraba en su despacho y que estaban a punto de salir.

La costumbre para la salida era que sus asistentes militares tocaran el timbre para avisar a la escolta que “la persona” estaba por salir. Cuando tocaron el timbre de inmediato se escuchó un disparo. A los pocos segundos el coronel Pimentel anunció que el presidente se había hecho un disparo a la cabeza. “El presidente se pegó un tiro”, dijo.

Ante la tragedia, su yerno José María salió a buscar a su esposa Sonia y su suegra Reneé Klang, mientras los militares y Ramón Oscar volaban en la limusina camino al hospital militar de las Fuerzas Armadas, donde el presidente falleció.

La noticia corrió como pólvora, sumiendo al país en la incertidumbre. Comenzaron a circular rumores de que a Guzmán lo habían asesinado en un intento de golpe de Estado, lo que se despejó tras la inmediata asunción de Jacobo Majluta.

Siempre fue un hombre de decisiones muy firmes

Candidateado por el PRD, Guzmán Fernández ganó las elecciones de 1978 y puso fin al gobierno de 12 años del presidente Joaquín Balaguer, del entonces Partido Reformista. Guzmán se suicidó cuando faltaban 41 días para completar su mandato y entregar el poder al también perredeísta Salvador Jorge Blanco.

El vicepresidente Jacobo Majluta gobernó durante 40 días y entregó el poder a Jorge Blanco. Se distinguió como agrónomo, empresario y como un gran líder del partido blanco. Ocupó la Secretaría de Agricultura durante el gobierno del profesor Juan Bosch. Por su firmeza frente al poder de los militares y policías adeptos a Balaguer, fue bautizado por el pueblo como “Mano de Piedra Guzmán”.

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