El zafiro es un corindón que se utiliza en la joyería, muy por debajo del preciado y codiciado diamante, el más brillante y duro de todos los minerales, dice el diccionario.Pero no es precisamente la joyería que en el país ha dado vigencia a esta piedra, sino Carlos Manuel, un merenguero que tuvo sus años de gloria en los 1980, que tiempo después se instaló en Nueva York, sufrió los estragos de la drogadicción y el alcohol (combinación letal que se ha saldado con la vida de numerosos artistas) y que ahora “milagrosamente” regresó a Santo Domingo con la misión (casi imposible) de alcanzar la cúspide en la que se posicionó hace tiempo.
Con ese entusiasmo, con una melena larguísima de un negro intenso, El Zafiro aterrizó en el país la semana pasada, por la terminal del Aeropuerto Las Américas, donde acudió el mismísimo Michael Miguel Holguín a recibirlo cual estrella del filmamento musical que aún sigue en la nostalgia, principalmente, de una fanaticada fiel que pertenece a la comunidad dominicana en EE.UU.
“Soy un hombre nuevo”
En el aeropuerto, cuando salía Carlos Manuel como cualquier mortal cargando su equipaje, allí estaba Miguel Holguín para transmitirle al público en exclusiva el regreso de esta figura que hace poco tiempo se le vio muy desfigurada cuando se le vio públicamente en varias ocasiones. Pero “ahora será diferente”, declaró el merenguero con una sonrisa de esquina a esquina. “Gracias a Dios que me permite estar con ustedes señores, gracias a mi tierra y mi gente, a ese Dios Santo que me apodera de su luz. Me han permitido seguir viviendo, ahora recuperado”, declaró el artista.
Como el “nuevo diamante azul del merengue” se proclamó el intérprete de “Si supieras” y “Ámame” que está convencido de que aún tiene madera para reinsertarse con éxito en el espectáculo, con una orquesta que apelará por repetir esa hazaña que solo alguno han podido, como El Jeffrey, por ejemplo. “Me siento emocionado, agradecido de Dios porque ha puesto su bendición sobre mí, ha hecho de mí una persona de vida nueva, lejos de toda maldad, de todo vicio”, sentenció. El Zafiro, para los que tienen dudas, cuando Michael Miguel le preguntó ¿cómo está la voz? Respondió de inmediato, pero cantando: “Yo soy el cantante del amor”, solo eso, apuntó con la cámara con el dedo y sonrió.
