Los charamicos ya anuncian la Navidad

Al acercarse la Navidad, la avenida Winston Churchill se convierte en el escaparate de artesanías de bejuco indio, pangola y ramas de olivo, conocidas como charamicos.

Al acercarse la Navidad, la avenida Winston Churchill se convierte en el escaparate de artesanías de bejuco indio, pangola y ramas de olivo, conocidas como charamicos.Figuras de arbolitos, burros, venados, ángeles, estrellas, coronas, bolas, canastas y nacimientos, ocupan las aceras de la vía desde la primera semana de octubre hasta Año Nuevo, cuando concluyen las festividades.

Cándido Santos, quien realiza este creativo oficio desde hace 25 años, afirma que, esta vez, decidió adelantarse y abrir su puesto, ubicado en la Charles Summer, para que su clientela, en su mayoría de clase media y alta, vaya “viendo y realizando con tiempo sus encargos”.

Los precios están condicionados a su tamaño y complejidad y pueden costar desde RD$200 hasta los RD$25 mil.

“Nosotros tenemos piezas de todos los precios, estrellas y conos de hasta 200 pesos, como también arbolitos de 10 pies, que te cuestan RD$10 mil, eso depende del tamaño”.

Los charamicos no sólo están a la venta sino que también se pueden alquilar para actividades a partir de RD$800.

Manos haitianas también participan

Un elemento curioso a destacar es la participación de mano de obra haitiana en la realización de estas artesanías, cuyos obreros han introducido nuevas técnicas y diseños. “Ellos nos han enseñado mucho a nosotros, porque antes fabricábamos en cubos de aceite con cemento, cal y pintura blanca, pero ellos tienen una técnica más rápida”, sostiene Santos, mientras muestra un venado de charamicos hecho por haitianos.

Actualmente hay unos seis puestos de venta en el tramo que va desde la Charles Summer hasta la 27 de Febrero, quienes pagan un arbitrio al Ayuntamiento del Distrito Nacional consistente en RD$1,000 por cada metro cuadrado. Cada puesto tiene unos 15 metros.

Un arte que se transmite por generaciones

Este tipo de negocio se ha convertido en el modo de vida de varias familias, que han ido incorporando a sus miembros en el arte del charamico. Es el caso de Vladimir de Jesús, quien trabaja en el taller de su tío Reinaldo. Mientras corta trozos de bejuco que sirven de base para las canastas, Vladimir afirma que fabrican los típicos adornos desde hace 33 años.

Posted in Sin categoría

Más de

Más leídas de

Las Más leídas