Un martes luminoso

Ayer se produjo en este país adormecido un acontecimiento muy importante; un hecho  de buena ciudadanía en desperezamiento; una movilización de voluntades que alientan un futuro auténticamente grande; una flor de alegre esperanza abierta en medio de la duda. Ayer, primer Martes Negro, muchos dominicanos, aquí y allá, levantaron en calles y plazas un solo grito contra la reforma fecal… (perdón, se me chispoteó) y en demanda de castigo para los culpables del crimen económico que contra nosotros, nuestros hijos y nuestros nietos. El Martes Negro en realidad fue un Martes Luminoso.