Constitución

La estabilidad política es necesaria para el desarrollo de todo Estado y ésta no podría ser posible si la organización y estructura del Estado tuviesen que variar constantemente. La rigidez de la Constitución es el fundamento para evitar cualquier inestabilidad estatal; las modificaciones, si necesarias, deben hacerse en lapsos largos. Nuestra Carta Magna es rígida porque se reforma con intervención de un órgano especial: la Asamblea Nacional Revisora, pero tenemos la debilidad de que para convocarla se necesita mayoría legislativa simple, lo que incentiva las constantes reformas para que el presidente de turno siga en el poder, factor de perturbación política. En lo futuro, hay que apuntar a más rigidez constitucional: requisito de mayoría calificada para aprobar convocatoria a reforma.