Precisamente hoy

“¿Es posible que este pueblo esté rendido por completo, como un barquito en el horizonte, sin ancla, sin vela, con gente resignada a un destino estúpido? ¿Están los dominicanos tan cansados? ¿No hay nada que los haga rescatar su autoestima; que les recuerde de lo que han sido capaces? Es necesario que cada individuo recuerde que su destino está en sí mismo, y que debe ser un maravilloso destino. Sólo así terminaría por rescatar la extraordinaria esperanza que ha perdido en la creencia de que este país no va para ningún lado”. (Paloma Colombo)