Ascienden a 52 muertos en terremoto en Guatemala; rescatistas buscan más víctimas

SAN CRISTOBAL COCHU, Guatemala— El número de fallecidos en el terremoto aumentó a 52 personas y el presidente…

SAN CRISTOBAL COCHU, Guatemala— El número de fallecidos en el terremoto aumentó a 52 personas y el presidente Otto Pérez Molina declaró estado de calamidad porque se registró un millón de personas afectadas y seis millones aún en riesgo por réplicas.

«No estamos fuera de peligro… Sin agua potable, electricidad y comunicación están en riesgo de que se aumenten los daños por las replicas», dijo el mandatario el jueves en rueda de prensa.

Agregó que los sismólogos han reportado hasta 70 réplicas en las primeras 24 horas con magnitudes de hasta 4,9.

Según el gobernante, existe un informe de 22 personas desaparecidas y señaló que se teme el número de fallecidos aumente a 74.

San Marcos, a 160 kilómetros de la capital guatemalteca, lucía el jueves casi desierta después de que el devastador terremoto de 7,4 grados de la víspera derribó gruesas paredes de adobe, causó deslizamientos de tierra que obstruyeron carreteras y provocó olas de pobladores despavoridos de esta región de la cordillera situado cerca de la frontera con México.

No muy alejado de la capital departamental, en lo alto del cerro se el poblado de San Cristóbal Cochu, las calles permanecían adoquinadas mientras el polvo de los escombros se regaba con la constante brisa matutina.

Desde ayer en la noche, bomberos se concentraban en rescatar a 10 miembros de una familia, incluido un menor de 4 años, que fueron sepultados. Para llegar hay que recorrer más de 20 kilómetros de terracería.

Hoy, familiares se reunían para llorar a sus muertos.

Uno a uno, los vecinos entraban en la sala humilde para ofrecer su pésame mientras que mujeres se congregaban en la parte posterior de la cocina para preparar un humilde refrigerio para los dolientes.

Ovidio Vásquez dijo que su fallecido hermano Ulises era un «buen niño… Estaba contento y emocionado de que había llegado la época de barriletes».

La gran mayoría de fallecidos, 40 provienen del departamento de San Marcos. Otros 11 fallecieron en el departamento de Quetzaltenango y 1 en Sololá también en el occidente del país.

Utilizando maquinaria pesada, cuadrillas de rescate reiniciaron el jueves, dentro de una cantera de arena, la búsqueda de posibles sobrevivientes o de cadáveres de víctimas.

«Iniciamos labores de rescate desde muy temprano. El objetivo es que esperamos encontrar a las personas soterradas», dijo Julio César Fuentes, de los bomberos municipales departamentales.

Los daños se concentraron en la provincia de San Marcos situada a más de 140 kilómetros al norte del epicentro.

En las calles, decenas de casas quedaron reducidas a escombros mientras que cuerpos de emergencia ayudaban a rescatar a personas que naufragaron en los escombros de los derrumbes de las viviendas. Algunas calles estaban divididas por profunda grietas.

Las autoridades dijeron que cien personas estaban desaparecidas, la mayoría en San Marcos, población rodeada de montañas cubiertas de vegetación.

Funcionarios del hospital en San Marcos dijeron que habían recibido 227 heridos.

Cientos de personas abarrotaron los pasillos del hospital de la pequeña ciudad a la espera de que el personal médico ayudara a cientos de sus familiares heridos. Algunos se quejaron de que no estaban recibiendo una rápida atención.

Ingrid López, quien fue al hospital con una tía de 72 años de edad y cuyas piernas fueron aplastadas por una pared que cayó, dijo que había esperado horas para hacerse una radiografía.

Pérez Molina dijo que más de 2.000 soldados fueron desplegados desde una base en San Marcos para ayudar en las labores de rescate y atención de víctimas. Un avión ya había hecho dos viajes con equipos especiales de socorro a la zona.

El epicentro del sismo se ubicó a 32 kilómetros (20 millas) de profundidad, mar adentro y 24 kilómetros al sur del poblado de Champerico, de acuerdo al Servicio Geológico de Estados Unidos.

El lugar se encuentra a unos 160 kilómetros de la capital guatemalteca, en una región montañosa cerca de la frontera noroeste con México.

Este terremoto es el más fuerte que se ha registrado desde que el 4 de febrero de 1976 cuando un sismo de 7,5 dejó 23.000 muertos y muchos más miles de heridos al norte de la capital.

El desastre natural aún es recordado por los residentes del país centroamericano como una de las más grandes tragedias de las últimas décadas.

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