Cárceles tradicionales gastan $70 millones en comida de internos

Para el director General de Prisiones, general Tomás Holguín de la Paz, la alimentación de las 17,943 personas privadas de libertad internas en los recintos del sistema penitenciario tradicional, es un problema “erradicado&rdquo

Para el director General de Prisiones, general Tomás Holguín de la Paz, la alimentación de las 17,943 personas privadas de libertad internas en los recintos del sistema penitenciario tradicional, es un problema “erradicado”.Su afirmación la fundamenta en la revelación de que el Estado invierte unos  RD$70 millones al mes con esos fines, así como en las “facilidades” que el sistema da a los reos para que la comida no sea un problema en los recintos carcelarios del país. Aunque los números no cuadran, asegura que “se invierten unos 125 pesos por día en cada reo”.

Tras semanas de gestiones ante la Procuraduría General de la República para que se explicara todo lo relativo a la alimentación de las personas privadas de libertad, el general Holguín de la Paz conversó amable, breve y abiertamente sobre el tema.

“Esos inconvenientes que existían antes en el sistema penitenciario, como falta de atención y de comida, se han venido erradicando, y es el resultado de una política de seguimiento y atención a los internos, por un asunto de trato humano, y es por eso que el Estado ha ido transformando el sistema tradicional en el nuevo sistema penitenciario”, señaló el funcionario. “Se han ido tomando medidas que la población puede valorar. La alimentación es básica; tenemos una alimentación más o menos buena que permite que el interno coma adecuadamente, y aparte de eso se le permite que al interno los parientes le lleven sus productos comestibles”, agregó.

Pero las afirmaciones del general Holguín de la Paz no pudieron ser comprobadas, ya que, a pesar de que él mismo estuvo de acuerdo conque se visitara la penitenciaría de La Victoria para observar el proceso y conversar con las personas internas, esto nunca se pudo concretizar, y la última respuesta desde la Procuraduría General de la República a dichas gestiones fue que solo se había autorizado entrevistas al director de Prisiones.

Los alimentos

El sistema se preocupa porque cada uno de los 17,943 reclusos reciban diariamente un desayuno, un almuerzo y una cena, que son preparadas en las cocinas instaladas en los centros, luego de que el Instituto Nacional de Estabilización de Precios (Inespre), les facilita los productos crudos.

Entre los productos que componen la dieta diaria de los internos figuran el arroz, ya sea locrio, moro, arroz blanco; habichuela, plátano, yuca, batata, pan, chocolate, harina dulce, avena, cocoa, berenjena, carne y salami.

Al respecto, observa que “la carne nunca falta, y mucho salami, o sea, hay una alimentación en la cárcel como yo nunca lo había visto; no siempre hay carne, pero semanalmente el interno come carne cuatro y cinco veces, un día con berenjena, arenque, huevo, espagueti, macarrones. La carne casi siempre es pollo y cerdo”.

Además de esto, explicó, a los familiares de los internos se les da facilidades para que lleven productos crudos, como arroz, habichuela, víveres, “lo que permite que no haya inconvenientes de ningún tipo, dentro del sistema penal, porque ha habido una apertura, una tendencia a adecentar la vida de los internos”.

Facilidades

Otras de las facilidades que el sistema penitenciario tradicional ofrece para la alimentación es que los productos crudos que les llevan sus familiares, o que compran en los colmados y bodegas que otros internos poseen dentro de los recintos, los puedan cocinar dentro de sus celdas, o que, si la familia es del entorno donde está ubicada la cárcel, le pasen la comida todos los días.
De estas facilidades se benefician, sobre todo, las personas internas que sufren de alguna patología y que necesitan alimentación especial, así como otros más astutos que se mueven a sus anchas.

Ante la curiosidad de que las personas internas puedan cocinar dentro de las celdas, Holguín de la Paz dijo que éstas lo hacen con anafes, estufitas eléctricas o de gas que ellos mismos fabrican, para lo cual “se las ingenian” en cuanto a adquirir los materiales e instrumentos que necesitan.

Igual “ingenio” muestran a la hora de la preparación de los alimentos: para picar la carne, legumbres o víveres, el director de Prisiones aseguró que los internos “se las ingenian”, igual que los colmaderos, que les venden el cerdo o el pollo debidamente preparado.

Reos pudientes tienen “colmaditos y bodegas”

En algunos centros penitenciarios hay economatos oficiales para que las personas privadas de libertad adquieran algunos alimentos adicionales. En otras cárceles se les permite, a los internos que tienen mejor condición económica, tener colmados y bodegas. “Con eso se les permite que los demás tengan acceso a comprar cualquier medicina, cualquier equipo de higiene, y hasta comida, porque algunos colmados venden arroz, habichuela, o se les permite que haya facilidad para que ningún interno no se vea en la obligación, compelido a tener que comer obligatoriamente alguna cosa que no pueda comer, que le haga daño, o que no quiera”, agregó el director de Prisiones. Al ser preguntado sobre dichas facilidades, el general reiteró: “Estos internos se las ingenian para tenerlas”. 

17,943
Internos. Es el número de reclusos que guardan prisión en los recintos del sistema penitenciario tradicional.

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