Carta de aliento a Francina de la Asociación de Ciegos del Cibao

“No es verdad que se ha terminado la mitad de tu vida. Estas viva, cuentas con tus seres queridos, con tu pueblo y, sobre todo, con miles de personas en nuestro país y en todo el mundo que por causas diversas, algunas parecidas a las tuyas, t

“No es verdad que se ha terminado la mitad de tu vida. Estas viva, cuentas con tus seres queridos, con tu pueblo y, sobre todo, con miles de personas en nuestro país y en todo el mundo que por causas diversas, algunas parecidas a las tuyas, tienen una condición igual que tú”.
Así se expresó Ángel Espinal, periodista en ejercicio y director de la Asociación de Ciegos del Cibao, en una carta dirigida a Francina Hungría, la ingeniera de 28 años que fue baleada por delincuentes en la cara para quitarle su vehículo. Tras el ataque, ella se encuentra luchando junto a los médicos para no quedar ciega.

En la carta, Espinal le menciona de las tantas situaciones que puede disfrutar, le invita a abrirse a nuevos conocimientos para normalizar su vida, sin necesariamente renunciar a cualquier posible opción médica, y le manifiesta que, más bien, sus principales obstáculos “son ocasionados por el egoísmo, la indifefencia y la dejadez social”.

A continuación la carta integra:

Hola Francina. Disculpa que robe un poquito de tu tiempo. No me conoces, yo tampoco te conocía, hasta lo sucedido contigo hace unos días.

Te confieso que en primer momento, pese a ver con rabia e impotencia lo que te pasó, también critiqué el cómo sensacionalistas medios de comunicación eligen y discriminan entre las noticias y casos que a diario pasan, pues hay temas escogidos y de moda. Pero no te escribo para eso.

Me dirijo a ti para decirte que contrario a lo que he oído de algunos ¡no es verdad que se ha terminado la mitad de tu vida!, ¡No! Tú tienes toda una promisoria existencia por delante. Te repito: Estás viva. Cuentas con tus seres queridos, con todo un pueblo, y sobretodo, cuentas con miles de personas en nuestro país y en todo el mundo, que por causas diversas, algunas parecidas a las tuyas, tienen una condición igual.

Como sabes, la información del entorno, la obtienes por los distintos sentidos, y si uno falta, están los demás. Hoy quiero decirte que, no obstante lo sucedido, tienes muchas bendiciones: Puedes disfrutar del olor de una flor, tocar una piel anhelada, besar, abrazar, saborear. Sentir el viento, jugar, morder, leer, escribir.

Quiero decirte que puedes hablar, cantar, reír y llorar, y mucho más que eso: puedes pensar y amar. ¡Deseo decirte que más allá de la luz se puede vivir!

Quizá antes no lo sabías, pero quienes tienen deficiencia visual pueden desarrollar su vida de forma autónoma. Pueden disfrutar de las maravillas de la informática, de los GPS y de los celulares inteligentes. Estos seres humanos pueden usar identificadores de colores y de luz, pueden andar de un lugar a otro independientemente. En realidad, los principales obstáculos que enfrentan estas personas no son los generados por su situación particular, son los ocasionados por el egoísmo, la indiferencia y la dejadez social. Las construcciones no accesibles son un ejemplo.

Me permito comunicarte, que la combinación de las nuevas tecnologías y el uso de ciertas herramientas y técnicas, te permitirán vivir feliz y de una manera autónoma y productiva. Te invito, sin necesariamente renunciar a cualquier posible opción médica, a aprovechar el tiempo, a abrirte a esos nuevos conocimientos, que normalizarán tu valiosa vida.

No sientas que eres la única que enfrenta esta adversidad, te confieso que eso es natural, como tú, miles de personas han pasado por esto, pero cual el ave Fénix, se han levantado. Quizá hayas sabido de grandes cantantes, músicos, escritores y hasta destacados políticos con discapacidad visual. Tal vez te suenen José Feliciano, Andrea Bocelli, Cristal, Jorge Luís Borges u Homero.

Sé de una muchacha ciega que estudia medicina en España. Hay periodistas, locutores, profesores, abogados, masajistas, ingenieros informáticos y psicólogos, entre otros tantos profesionales, bien puede haber también ingenieras civiles.

El desconocimiento de muchos, incluso de tus familiares y amigos cercanos, tenderá a la sobreprotección, a creer que no puedes, y yo te digo que sí, que sí se puede. Hay gente más joven y mayor que tú, en tus mismas circunstancias. Serás del tamaño de tus pensamientos.

Te ofrezco mi abrazo y mi mano amiga para que juntos logremos tus metas. ¡Nada, ni nadie, escúchame, nada, ni nadie, impedirá el cumplimiento de tus sueños, si así te dispones, pues Dios es tu aliado!

Tú no eres digna de lástima, eres una hermosa, noble, útil y talentosa chica que puede y debe seguir adelante en procura de sus sueños.

Con cariño, comprendiéndote, porque yo tampoco nací ciego y me enfrenté a una nueva realidad igual que tú a los 28 años. Escribiendo esta carta en una computadora normal, con un software que me lee lo que hay en la pantalla del computador, me despido esperando conocerte pronto en persona.

Atentamente,

Ángel Espinal, periodista en ejercicio y director de la Asociación de Ciegos del Cibao de la República Dominicana (ACICIRD).

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