“Haitianos no fueron los más feroces opositores” de Duarte

El historiador Juan Daniel Balcácer, presidente de la Comisión Nacional de Efemérides Patria, afirmó que los enemigos más…

El historiador Juan Daniel Balcácer, presidente de la Comisión Nacional de Efemérides Patria, afirmó que los enemigos más feroces que tuvo Juan Pablo Duarte no fueron los haitianos, sino el sector conservador nacional, que lo sometió a todo tipo de persecuciones, hasta el punto de llevarlo al exilio a él y toda su familia.

“Los opositores más feroces de Duarte no fueron los haitianos, sino los conservadores internos, que lo persiguieron hasta exiliarlo a él y su familia”, dijo al ser entrevistado por Luis Martín Gómez en el programa Yola Yelow, que se transmite los sábados por la mañana, por CDN Canal 37.

La afirmación surgió al ser preguntado sobre el hecho de que cuando Duarte regresó del exilio es recibido como héroe y con vítores y a los pocos meses fue declarado traidor a la Patria.

Balcácer observó que cuando Duarte fue  proclamado comandante militar puso en alerta al sector conservador que encabezaba Pedro Santana, iniciándose de inmediato toda una trama conspirativa en contra del patricio.

“Los conservadores entendieron que había llegado el líder del movimiento independentista de la patria y que el poder había que repartirlo y ahí comienza la lucha, y sobreviene la influencia del cónsul francés que estaba tratando de lograr que se le diera cierta validez al tratado de 1843 y estaba interesado en adquirir la bahía de Samaná y había condicionado su apoyo al gobierno naciente, a suministrar armamento a cambio de esa parte del territorio”, dijo.

“Duarte encabeza la lucha contra ese sector y se opone tajantemente a ceder una parte del territorio nacional, porque eso suponía que tarde o temprano el país terminaría siendo dominado por esa potencia, y todas esas contradicciones desde marzo 15 de 1844 hasta agosto, hay lugar a fuertes luchas de Duarte con Santana, en Baní, a raíz de la batalla del 19 de marzo, y es proclamado por Mella presidente en el Cibao, y se opone, el 26 de mayo de 1844 en una reunión histórica, que según una carta de Pedro Alejandro Pina dice que la historia de un día reconocerá ese discurso oponiéndose a ceder la bahía  de Samaná, expuso su visión nacionalista”, puntualizó.

Destacó que mientras los conservadores querían la separación de Haití para buscar el protectorado de otra potencia, Duarte defendió la idea de la independencia pura y simple.

Un país dividido

Juan Daniel Balcácer contextualizó su exposición recordando que para 1843 el país no tenía más de 125 mil habitantes y estaba dividido en tres grandes regiones  que parecían tres países distintos, “separados por la fragmentación geográfica y divido por tres sistemas de producción también distintos: los hatos en el Este; el corte de madera en el Sur y la producción de tabaco en el Cibao”.

“Cada uno de esos sectores tenía intereses distintos. Duarte encabezó el sector nacionalista y liberal y fue siempre partidario de la independencia pura y simple, pero los conservadores entendían que debíamos separarnos de Haití pero depender de una potencia extranjera, pero entre los mismos conservadores había preferencias sobre en cuál potencia buscar protección”, subrayó.

El Duarte que hay que recordar

Al preguntársele sobre cómo debe ser recordado el Padre de la Patria, a los 200 años de su nacimiento, Juan Daniel Balcácer precisó que “al Duarte que hay que tener presente es al revolucionario, al hombre de praxis, al hombre de acción, al hombre de ideas, y a la par al hombre revolucionario que supo combinar la teoría y la acción, al hombre de principios morales y éticos, al hombre firme, desinteresado, dedicado a la lucha por la independencia, y sobre todo al hombre que fue un admirador ferviente de lo que era la democracia representativa”.

Destaca 4 cartas de Juan Pablo Duarte

Balcácer sostiene que el pensamiento político de Duarte nos llega a través de las comunicaciones con sus compañeros. Destaca las cartas que escribió en los años 1864 y 1865 cuando regresó al país para incorporarse a la guerra de la Restauración. “Tenemos la carta a su familia en 1844, invitándola a ceder algunos bienes para financiar la revolución liberadora. En esa carta no solo se muestra el sacrificio de Duarte, sino que también le dice que una vez proclamada la república él se hará cargo de los negocios y que repondría esa inversión, dejando ver que no esperaba que un cargo público le repusiera sus servicios a la patria. Está la carta que en 1864 dirige al gobierno restaurador y que no tiene desperdicio de su concepción nacionalista. Él dice que cada vez que hacía algo con las manos alguien lo desbarata con los pies, y es cuando establece su principio y doctrina liberal de que la República tenía que ser libre e independiente de toda potencia extranjera y que él se iba a oponer a toda intromisión en los asuntos internos de toda potencia, ya sea de Francia, España, Inglaterra y hasta de los Estados Unidos”.

125,000
Habitantes Cuando la independencia nacional, en 1844, el país no tenía más de 125 mil habitantes.

Tres países
El país se dividía en tres regiones que parecían tres países distintos: Este (ganado), Sur (corte de madera) y Cibao (tabaco).

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