Aunque se propuso oficialmente hace tres años, la Dirección Nacional de Control de Drogas (DNCD) aun no conforma su escuela para entrenar a sus miembros escogidos de la sociedad civil.La idea fue sugerida por el expresidente Leonel Fernández, quien lo planteó en su discurso de rendición de cuentas del 2010.
“Para evitar efectos de contagio, en el futuro, se procederá a reclutar a los miembros de la Dirección Nacional de Control de Drogas de manera directa, y no extrayéndolos de las Fuerzas Armadas o de la Policía Nacional”, dijo Fernández para esa ocasión.
Cuando sugirió esa posibilidad, el organismo antinarcóticos enfrentaba uno de sus peores momentos de agentes de distintos rangos y posiciones infiltrados con el narcotráfico.
La sociedad exigía entonces y continúa demandando mayor transparencia y criterios mucho más exigentes para designar a los miembros de la DNCD.
Días después de este anuncio se supo que los primeros cien civiles que ingresarían en agosto del mismo 2010 a la DNCD habían sido seleccionados, depurados y entrenados por la dotación local de la Administración Antidrogas de los Estados Unidos (DEA).
Se dijo que las próximas promociones de civiles que serán integrados a la DNCD para reemplazar a policías y militares también serían evaluados por la DEA, conjuntamente con la Oficina de Asuntos Antinarcóticos (NAS) de la embajada de los Estados Unidos en el país y que el proceso se iba a completar en dos años.
Pero ya han pasado tres y de eso ni se habla. Como ocurre con otros proyectos de interés nacional, la propuesta de Fernández no encontró tierra fértil y con el tiempo cayó en el olvido.
Entidades como la Policía Turística, la Autoridad Metropolitana de Transporte, el Cuerpo Especializado de Seguridad de los Aeropuertos y el Cuerpo Especializado de Control de Combustibles, tienen sus propias escuelas donde entrenan a sus integrantes.
