La Colectiva Mujer y Salud se mostró escandalizada por la gravedad de las denuncias de prácticas de pederastia de parte de representantes de la iglesia católica.
La entidad que dirige Sergia Galván pidió a las autoridades y a la opinión pública en general que no permita que esos actos queden impunes, lo cual teme, dados los precedentes de impunidad en casos similares y el comportamiento exhibido hasta ahora por las autoridades civiles y eclesiásticas.
“Desde el caso del albergue de San Rafael del Yuma en Higüey, si no mucho antes, hemos visto a la Iglesia católica hacer todo lo que esté a su alcance para ocultar los abusos sexuales imputados a sacerdotes”, indica un comunicado.
Indica que en el pasado desde la Iglesia católica se ha visto obstaculizar investigaciones policiales y judiciales, presionar a medios de comunicación para que les bajen el perfil a sus reportajes, e interferir con denunciantes y testigos mediante chantajes, presiones y sobornos.
“Todo esto está ocurriendo ya con los casos de los curas de Bonao, Juncalito y Constanza, y con el Nuncio papal”, dice el documento.
Agrega que la rueda de prensa del Arzobispado de Santo Domingo el jueves pasado deja pocas dudas en cuanto a la verdadera agenda de la Iglesia, siendo motivo particular de preocupación su insistencia en negar o minimizar las acusaciones (aún a costa de desautorizar públicamente a uno de sus prelados), así como su feroz embestida contra los medios de comunicación que se han atrevido a investigar y dar a conocer los hechos.