“No tengo nada de qué arrepentirme ni nada que temer”

Rafael -Fafa- Taveras es un dirigente político que comenzó su transitar como militante de izquierda. Más tarde pasó a formar parte del Partido Revolucionario Dominicano, institución de la que es miembro, por lo que lamenta profundamenta la crisis&#82

Rafael -Fafa- Taveras es un dirigente político que comenzó su transitar como militante de izquierda. Más tarde pasó a formar parte del Partido Revolucionario Dominicano, institución de la que es miembro, por lo que lamenta profundamenta la crisis interna en que está sumida esa organización.

Recuerda que la defensa de la democracia y la libertad del pueblo dominicano, fueron su principal inspiración para integrarse en el movimiento revolucionario 14 de Junio. Estas mismas razones lo impulsaron a participar en el bando constitucionalista, tras el derrocamiento de Juan Bosch, que trajo como consecuencia la Revolución de Abril de 1965.

A Fafa le preocupa la situación en que viven los dominicanos y la degradación de la política y de los políticos criollos. Con energía asegura que :“en este país el delito no es robar, el delito es denunciar a los ladrones”. Sin embargo, no pierde la fe y espera que los dominicanos reclamen los derechos que como pueblo le son inherentes. De sus años de infancia recuerda su formación en valores cristianos y el inmenso amor de sus abuelos.

1. El comienzo del camino
Nací en San José de Conuco, Salcedo, hijo del matrimonio entre Juan Taveras y Sira Rosario. Mi abuelo era el alcalde pedáneo del pueblo donde nací. Mi papá no era fácil y a los dos meses de yo nacer, mi madre tuvo un pleito con una amante nueva de él, entonces mi abuelo nos llevó a mí y su hija. Yo me crié desde ese momento con mis abuelos. Mis abuelos se llamaban Hilario Rosario y María Cristina Contreras. Los recuerdo con un inmenso amor, porque me criaron con una inmensa ternura y, sobre todo, con el ejemplo de vida del que yo me nutrí.

2. Una gran lección
Mi abuelo compró una carnicería y como no había alimentos, la gente iba a vender los puercos baratos. Por la mañana yo me iba con él y una perrita llamada Clavellina para la carnicería, que estaba en el campo. Un día, tropecé con los pies de una persona que estaba ahorcada, llamé a mi abuelo y se lo mostré y él, con mucho cariño, me puso para el otro lado, y le dije: ´abuelo, pero vamos a verlo´ y me dijo: ´tú no has visto nada´. Me calló, aceleramos el trabajo y salimos más temprano que de costumbre. Como a la hora de nosotros llegar a la casa, llegó un señor con saco y corbata, muy bien vestido, y le dijo a mi abuelo: ´señor, yo ando detrás de un hijo desaparecido´. Le dio todas las descripciones del joven que nosotros habíamos visto, pero yo, educado con la idea de que un niño no debe meterse en la conversación de los grandes, callé y mi abuelo me apretó para que yo permaneciera callado. Mi abuelo le dijo: ´usted sabe que los jóvenes son muy traviesos. Usted no tiene que estar inquieto porque él esté desaparecido, vivimos en un ambiente de tranquilidad y de paz, ¿por qué usted va a tener duda de que su hijo tiene mal destino?´. El hombre lo abrazó y le dijo: ´usted es el primero que me dice algo que me consuela´. Cuando el hombre se fue le digo: ´abuelo, ¿y por qué usted le dijo eso?´ y mi abuelo me cogió por la cintura y me dijo: ´oye, es verdad que tú viste un muerto, pero ese no es el padre de él, ese es un policía que vino a ver lo que yo digo´.

3. Formación religiosa
Yo era monaguillo y la primera vez que salí con el cura me dijo que nos íbamos para la loma. Al sitio se llegaba hasta la casa de Enrique Mirabal, el papá de Minerva y de ahí había que irse en mulo, yo lo acompañé hasta Los Cacaos. Cuando llegamos me dijo: ´oye, Fierita, yo estoy cansado, no quiero ir a rezar el Rosario, ¿tú te lo sabes?´, le dije que sí y le demostré que me lo sabía, me buscó un breviario, me leyó tres párrafos y me dijo: ´lee esto y di aquello´. Yo me aparecí en la capilla de Los Cacaos diciendo: ´el padre no viene y me mandó a mí´. Todas esas viejas que estaban ahí se sorprendieron, apenas yo era un muchachito de diez años. Cuando terminé vinieron todas a pasarme la mano. Este fue mi inicio real en la comunicación con la gente, eso me enseñó a tener una gran confianza. Creo que me ha acompañado toda la vida, la seguridad con la que yo me estrené en esa loma, rezando el Rosario. Luego, intenté ser sacerdote y me rechazaron dos veces, porque era hijo de un matrimonio civil y en esa época había que estar casado por la iglesia. Yo no sé si la iglesia, por rechazarme, perdió un buen ministro o yo me ahorré la desgracia que ahora se está poniendo en evidencia con algunos sacerdotes.

4. Estudioso
Mis abuelos y mis tíos eran artesanos y sastres, pero por mi vocación de lectura, ellos fueron los que más me motivaron para que yo siguiera estudiando y no escogiera el camino de la sastrería. Yo era sastre, pero en el fondo toda mi vocación se centraba en mis estudios y en la iglesia. Entré a la escuela secundaria y cosí diez pantaloncitos de ejercicios y los vendí a dos pesos cada uno y con el dinero compré los libros que necesitaba. Esa fue una etapa muy bonita, de buenos recuerdos.

5. Informado
Yo me formé en un ambiente de seguimiento de la política, desde luego, en la Era de Trujillo era muy difícil. Por eso es que digo que yo me introduje desde pequeño en la política. En mi escuela yo financié un periódico, en 1958, se llamaba Afanes Juveniles, me lo imprimían en la escuela primaria, tenía ocho páginas y lo hacíamos para los muchachos decirnos cosas y tirarnos piropos. Recuerdo que mi primer trabajo se tituló: La indigencia: Mi reacción ante la pobreza aplastante que en esos años se vivía.

6. Adiós a los abuelos
Yo caí preso en el 1960, por pertenecer al movimiento antitrujillista. Mi abuelo tenía en esa época 69 años y no lo dejaban ir a verme a la cárcel de La Victoria. Cuando me pusieron en libertad, fui a verlo y él estaba feliz de verme. Murió poco tiempo después. Mi abuelita duró más, era una mujer muy religiosa. Murió casi de 100 años. La gente iba mucho donde ella, aunque ella no visitaba a nadie. Yo era su niña bonita. Cuando llegué, sus hijos estaban grandes y yo fui un regalo de la vida.

7. El 14 de Junio
Vine a la universidad y por el vínculo que tuvo mi padre políticamente con Minerva, ya que estuvo casado con una prima de ella y, además, doña Chea, la madre de Minerva, se había mudado cerca de donde nosotros vivíamos, entonces a partir de ahí comenzamos a tener relaciones directas con Minerva y eso aceleró todas las inquietudes que habían en mí. Mi vínculo con la iglesia, permitió que yo trabajara e impulsara un movimiento dentro de la iglesia, en unión de dos compañeros más, uno está muerto, Ezequiel González y el otro, Francisco González, quien aún vive, nos convertimos en promotores de una Acción Clero Cultural (ACC) y para poder legalizarla, yo propuse, y ellos aceptaron, que hiciéramos un acto de ratificación de la lealtad de los universitarios a Trujillo, para conseguir la libertad de poder movernos en la región sin ninguna sospecha, pero a la par, hicimos un gran movimiento que vinculamos al 14 de Junio. Así se desenvolvió mi compromiso, desde luego, yo estaba estudiando Derecho, en ese momento no me gradué porque me uní a Manolo en el movimiento 14 de Junio y fui elegido en un congreso, Secretario de Prensa y Propaganda del 14 de Junio, en el año 1962. En ese congreso, competí con mi amigo René del Risco Bermúdez, que era un intelectual muy maduro y era muy querido, pero yo era más activista que él en la política. Ya Juan Bosch en el poder, una parte de nosotros por diferencias internas, nos fuimos. Yo me fui a continuar mis estudios de Derecho Diplomático en la Universidad de Monterrey, pero cuando estaba en México se produjo el golpe de Estado aquí. Éramos cuatro, una parte siguió el viaje y otros nos detuvimos y fuimos a Cuba a entrenarnos para regresar al país.

8. Los 12 años de Balaguer
La gente que ha nacido y vivido bajo este clima democrático, no tiene la más mínima idea de lo que fueron esos 12 años. Se creó una atmósfera tan difícil que el PRD tuvo que abstenerse de participar en las elecciones del 70 y del 74. Caí preso en el 69, pasé cinco años en la cárcel. En ese tiempo mataron  a Otto Morales, a Amín Abel Hasbún y a decena de jóvenes. En el Museo Nacional de la Resistencia, en una pared está la muestra del desprecio de los primeros 12 años de Balaguer. En esa pared están escritos los nombres que pudieron recuperarse de los muertos de esa época.

9. Con una bailarina
Yo no sé bailar, porque desde muy joven estuve involucrado en muchas cosas. Sin embargo, terminé casado con Magaly Pineda, una bailarina. Una de las cosas simpáticas es que en 1964, yo regresaba al país clandestinamente desde Cuba, con un documento falso, por Europa y en ese tiempo, Magaly, que vivía en Puerto Rico, se encontraba en Moscú, asistiendo, en contra de su madre, a un congreso representando a la Juventud Pro-independencia de Puerto Rico. Después de asistir a ese congreso, nos reencontramos aquí, en diciembre. El destino nos unió y la guerra nos sorprendió recién metidos en amores. Nos hicimos novios el 14 de febrero de 1965. Ella era la responsable de buscar los panes del desayuno para los combatientes. Tenemos tres hijos, dos hembras y un varón.

10. Las huellas de la guerra
Para los que estaban en el marco del crimen, yo no sé, ni me imagino que su accionar les haya dejado alguna satisfacción. Tú solo tienes que ver que la parte que tuvo que ver con el golpe a Bosch y que enfrentó a los constitucionalistas, no ha hecho nunca galas de su experiencia, de este lado tú ves a la gente contando su experiencia. No todo el mundo enarbola su participación. De los golpistas tú no conoces muchos testimonios, los que han sobrevivido se han aislado. Esa es una muestra de que ellos tienen conciencia de que no sirvieron a una causa de la que puedan sentirse orgullosos, contrario a nosotros que uno tiene el honor de saber que se dedicó a combatir por la democracia de su país.

Ahora su lucha es fortalecer al PRD

“Soy militante de un partido que se ha degradado a un conglomerado. En un momento como este, ni apoya las luchas populares, ni hace oposición y está atomizado por un conflicto interno. Siendo el partido que representa la lucha democrática está secuestrado, por un presidente que encuentra apoyo en el gobierno y que ignora que el PRD es el partido de la democracia y se comporta como un señor feudal. Estamos ante una tragedia que el gobierno saluda, porque el PRD está nulificado como opositor. Nosotros estamos haciendo un esfuerzo interno porque el PRD se recupere y que apoye las luchas populares.

La gente está harta de los apagones, los altos precios y la inseguridad, y el PRD está entretenido en conflictos internos. El PRD tiene que volver a ser la expresión de la lucha popular, hacer oposición y trabajar todos juntos para que, en el campo que quiera Miguel, pongamos en claro que él no puede robarse el partido. Tengo mucha fe de que el PRD se recuperará y de que la gente reaccionará, creo que los jóvenes deben asumir su papel, al igual que lo asumimos nosotros en su momento”.

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