Permanecen en estado de gravedad dos de los cuatro miembros de una familia intoxicada en Cristo Rey, sin que se conozcan las causas del envenenamiento.Aun no se conoce qué producto o sustancia provocó la muerte de dos personas y la permanencia de otras dos en las unidades de cuidados intensivos de dos centros de salud.
Brenda Marcelino Pérez, de 10 años, continúa en “estado grave con el que llegó” al Hospital Infantil Robert Reid Cabral, y permanece bajo ventilación mecánica asistida.
Mientras que su tío, Quique Francisco Marcelino, está ingresado en el Moscoso Puello, con el mismo cuadro clínico.
“Nos llama la atención que no hemos tenido respuesta de una evolución satisfactoria hasta la fecha, continúa en el mismo estado de gravedad con el que llegó”, indicó el doctor Luis Reyes, director del departamento de epidemiología.
Agregó que “la niña está con ventilación mecánica asistida” donde los signos vitales son la única señal que tienen y por el momento no presenta mejoría.
En referencia a las posibles causas del envenenamiento, el epidemiólogo dijo que, “generalmente, los agentes que pueden provocar este tipo de intoxicación son muy diversos”.
Consternación
“No sé qué fue lo que pasó, estoy esperando los resultados de la autopsia”, expresó con gran dolor Miguel Ángel Marcelino Pérez, uno de los hijos de Andrea Michel Pérez, quien falleció junto a su hijo Manolo Marcelino Pérez.
Dijo que no tiene sospecha de nada porque su madre era una mujer alegre y muy solidaria, cuya afirmación es corroborada por los vecinos y allegados del lugar, quienes aseguran que los fallecidos eran personas muy queridas en el entorno.
Las víctimas fueron encontradas, en estado agónico, por la señora Vicente de los Santos, presidente de la junta de vecinos.
El miércoles al mediodía, los vecinos del lugar forzaron la puerta de entrada de la residencia ubicada en la calle Higüey número 14, del sector Cristo Rey, donde estaban las víctimas, tras escuchar gemidos de una persona y notar que pasado el mediodía ninguno de los miembros de la familia se había levantado ni salido de la casa.
