Transparencia Internacional publica anualmente un ranking de la percepción de la transparencia de 174 países. El índice le asigna el número uno al país con la menor percepción de la corrupción.
Un análisis de los 26 países más transparentes demuestra que, en líneas generales, los países tienden a ser los mismos, aunque su posición varíe de un año a otro. Dicho grupo incluye a los países escandinavos- Dinamarca, Finlandia, Suecia y Noruega- que forman parte de un grupo de 14 del norte de Europa Occidental, que, entre otros, lo componen Alemania, Austria, Francia, Holanda, Luxemburgo, Reino Unido, Suiza, etc. Todos tienen instituciones democráticas fuertes e inclusivas; una población altamente educada en respetar a los demás; y un alto nivel de vida.
Un segundo grupo de países lo componen Australia, Bahamas, Barbados, Canadá, Hong Kong, Nueva Zelanda, Santa Lucía y Singapur, que pertenecen a la Mancomunidad Británica y que comparten una tradición política e institucional heredada de su antigua metrópolis, Inglaterra. Este grupo de países se caracteriza por su diversidad geográfica, pues están localizados en el Caribe, Oceanía y Norte América, y por diferencias en la renta per cápita que oscila entre los US$ 60,000.00 de Singapur y los US $ 13,000.00 de la caribeña isla de Santa Lucía.
Finalmente, a esta selecta lista pertenecen Estados Unidos (19) y Japón (18) y dos países que no son escandinavos, ni del norte de Europa Occidental, ni de la Mancomunidad Británica, sino de Latino-américa: Chile (21) y Uruguay (19).
La fortaleza institucional, acompañada de una baja corrupción, explica el buen desenvolvimiento económico-social de estos dos países, pues Uruguay y Chile tienen apenas un 8.4% y un 14.4% de su población viviendo en la pobreza, respectivamente; una expectativa de vida promedio de 77 y 79 años y un ingreso neto per cápita deUS$ 15,865.00 y US$18,211.00, respectivamente.
Y es que el futuro y progreso de las naciones está ligado a la repartición y el ejercicio del poder social y político. De acuerdo al libro ¿Porqué las Naciones Fracasan?, de los profesores Acemaglu y Robinson, el ejercicio del poder puede determinar si quienes lo ostentan pueden organizarlo “para su propio enriquecimiento y aumentar su poder a expensas de la sociedad.” O si por el contrario, la fortaleza de las instituciones impulsa los incentivos correctos para el desarrollo económico, la innovación tecnológica, el avance social, etc.
Por cierto, ¿cuál es el ranking de Haití? y, ¿cuál es el ranking de nuestro país? El ranking de Haití es el 163, solamente mejor que el de países-desastres como Somalia, o trágico-cómicos como Corea del Norte, tiranizado por su jefe de estado-DIOS.
El ranking 123 de la República Dominicana está por debajo de Albania, Bielorrusia, Etiopía, Kosovo, Mauritania, Mozambique, Nigeria, Sierra Leone, Tanzania, etc. ¿No será hora de corregir rumbo?
