La formación de los senadores

Como parte de la investigación “Formación en Asuntos Públicos y Liderazgo Político: un caso de estudio de la República Dominicana” anunciada en el artículo anterior, esta semana se presentan las indagaciones realizadas a los antecedentes…

Como parte de la investigación “Formación en Asuntos Públicos y Liderazgo Político: un caso de estudio de la República Dominicana” anunciada en el artículo anterior, esta semana se presentan las indagaciones realizadas a los antecedentes académicos de 32 senadores dominicanos. A partir de las informaciones proporcionadas en sus respectivos sitios web institucionales, se observó nivel educativo, área de los estudios superiores, principales experiencias profesionales, y variables sociodemográficas como género y edad.

De los 32 senadores electos para el periodo 2010-2016, sólo 6% ha realizado estudios de posgrado y completado una maestría. El 75% cuenta con estudios universitarios de grado, y alrededor de un 20% sólo se hizo bachiller. Ningún senador se ha investido con un doctorado en investigación (PhD), que no se refiere a los títulos de doctorado que otorgaban las escuelas dominicanas de Derecho que equivalen a licenciaturas ni a los egresados de las facultades de ciencias médicas.

Treinta por ciento de los senadores tiene licenciatura en derecho, 20% en negocios y finanzas, y otro 20% en ingenierías. Un 12% se tituló en las áreas de salud y educación, e igual porcentaje recibió una formación relacionada con ciencias políticas, sociología y ciencias sociales. Los dos senadores que completaron maestrías se especializaron en las áreas de administración y políticas públicas. Se aprecia que la gran mayoría de los senadores no cuenta con una formación universitaria en asuntos públicos. Si han participado en programas especializados en asuntos de Estado, se trata más de formación continua, en algunos casos una vez ya en el cargo público.

El estudio Élites Parlamentarias Latinoamericanas (2011), realizado por el académico español Manuel Alcántara Sáez, midió la percepción de los congresistas dominicanos, específicamente de los diputados electos para el periodo 2010-2016. Al cuestionárseles sobre la cualidad más importante para ser un buen político, el 75% respondió carisma, siendo los legisladores dominicanos los que otorgaron la mayor puntuación frente a sus homólogos de 17 países de América Latina. Sólo un 13.6% de los diputados señaló la educación y preparación como la principal característica para ser buen político. Cuando se les preguntó por la cualidad más importante para ganar elecciones, educación y preparación fue la menos popular, con 9.3%, mientras que carisma encabezó con 63.8%.

La edad promedio de los senadores es 55 años, donde el mayor alcanza los 70 y el más joven 45, al momento de realizar este monitoreo en julio de 2013. La disparidad de género es significativa, cuando sólo un 13% de las curules del Senado las ocupan mujeres. La formación de los ministros dominicanos será tratada en la próxima entrega. Pero mientras, amigo lector, ¿le satisface la formación de nuestros senadores?

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