Costosos errores de subestimar los riesgos sísmicos

Durante dos décadas, los ejecutivos e ingenieros de la empresa japonesa TEPCO, operadora de la planta nuclear de Fukushima, ubicada en la costa este de Japón, habían sido advertidos decenas de veces sobre los grandes y graves riesgos del impacto…

Durante dos décadas, los ejecutivos e ingenieros de la empresa japonesa TEPCO, operadora de la planta nuclear de Fukushima, ubicada en la costa este de Japón, habían sido advertidos decenas de veces sobre los grandes y graves riesgos del impacto de un gran tsunami, e inclusive, en el año 2002, la Sociedad Japonesa de Ingenieros Civiles presentó un estudio científico sobre los peligros de que un fuerte terremoto produjese un tsunami con olas de hasta 20 pies de altura. Pero todas esas advertencias inexplicablemente fueron subestimadas e ignoradas.

Ante cada advertencia del grave peligro de un gran tsunami que afectara la planta, los ejecutivos de TEPCO respondían reiteradamente que la planta estaba diseñada para resistir olas de tsunami de hasta 18 pies de altura, y para avalar sus planteamientos, en el año 2002 hicieron un estudio de riesgos de tsunamis donde concluyeron que el riesgo de que la operación de la planta fuese afectada por un tsunami era cero, conclusión que constituía un inaceptable exceso de confianza que minimizaba el extraordinario riesgo sísmico de una zona costera donde convergen cuatro peligrosas placas tectónicas cuyos sismos históricos han sido devastadores.

El 11 de marzo de 2011, un terremoto de magnitud 9.0 estremeció la costa Este de las islas de Japón, moviendo abrupta y verticalmente el fondo del mar hasta producir un tsunami con olas de 25 pies de altura, causando la muerte de unas 28,000 personas, y la inundación de la costera planta nuclear de Fukushima, lo que a su vez dañó sus bombas hidráulicas de enfriamiento y sobrevino la fusión de las barras de circonio que contenían el combustible en forma de dióxido de uranio, convirtiéndose en el mayor accidente radiactivo mundial, después de Chernobil, siendo necesario evacuar a todos los residentes a 100 kilómetros alrededor de la planta, y donde hoy los peces muestran una concentración radiactiva que es 240 veces superior al máximo permitido, y donde todas las aguas superficiales y subterráneas han quedado severamente contaminadas por radiactividad.

Después de este desastre ambiental-nuclear, que pudo ser evitado con un mínimo de precaución, prudencia y sensatez, el operador TEPCO dijo que el costo de reparación de los daños físicos y ambientales ocasionados por el accidente de Fukushima sería de 12 mil millones de dólares.

Un año antes de la tragedia de Fukushima, un terremoto de magnitud 7.0, con epicentro en Puerto Príncipe, Haití, ocurrido el 12 de enero de 2010, se había convertido en el peor desastre sísmico ocurrido en el planeta Tierra en los últimos 100 años, ya que en términos humanos produjo 316,000 muertes, 350,000 heridos y mutilados, y un millón y medio de personas quedaron sin hogar, mientras que a nivel de infraestructuras se reportaron unas 350,000 viviendas destruidas, 40,000 comercios aplastados y 5,000 escuelas colapsadas, todo fruto de haber subestimado el riesgo sísmico de la zona, y por haber construido la mayor parte de la ciudad sobre suelos arcillosos flexibles capaces de amplificar las fuerzas cortantes generadas por las ondas sísmicas de corte que viajan muy lentamente a través de los suelos blandos y flexibles.

El costo de reconstruir a Puerto Príncipe fue estimado en 10 mil millones de dólares, pero puede acercarse a los 12 mil millones de dólares, por lo que el sismo de Japón y el de Haití se han convertido en los desastres sísmicos más costosos hasta ahora sufridos por la humanidad, y en ambos casos los riesgos fueron subestimados. Cualquier planta eléctrica que se construya en la República Dominicana debe considerar el alto riesgo sísmico del país.

Posted in Sin categoría

Más de

Más leídas de

Las Más leídas