Estrechez de mercados “se la pone agria a la piña de RD”

A República Dominicana le resulta difícil lograr que la señalen como exportador importante de piña en el mapa mundial.

A República Dominicana le resulta difícil lograr que la señalen como exportador importante de piña en el mapa mundial. En el pasado el país llegó a situarse en el círculo de los grandes productores del rubro en Latinoamérica, pero actualmente eso es apenas un dato histórico.

Tiene buen clima, una excelente ubicación geográfica para los mercados externos y un potencial para que de sus tierras se extraigan cientos y cientos de toneladas, pero al país se le ha puesto agria la posibilidad de lograr divisas importantes a través de la exportación de piña. La razón es sencilla: no tiene mercados suficientes asegurados para colocar un volumen alto de la fruta y eso crea incertidumbre. En algunos cultivos, como los de invernaderos, normalmente la venta se “amarra” o se asegura antes y luego se siembra en función de esos pedidos. No ocurre igual con la piña.

En el 2012 los dominicanos enviaban entre 15 y 16 contenedores de piña semanalmente hacia Estados Unidos, Canadá, Israel y a algunos países de Europa, una cantidad muy pobre, si se compara con la colocada por otras naciones, como Costa Rica, que exporta unos US$800 millones/año. El volumen enviado por República Dominicana no supera el millón de dólares, de acuerdo a cifras de representantes del sector.

Y mucho más precarios resultan los números y el volumen cuando se echa una mirada al pasado. Cuando la empresa Dole se instaló en República Dominicana el mayor flujo de cajas que envió al exterior fue de dos millones, en denominaciones de 40 libras cada caja. En ese momento el país aportaba el 5% de la producción mundial de piña (años 1992-93). “Ahora no aparecemos en ningún lugar, con el agravante de que países como Panamá y Guatemala, que antes no existían cuando se hablaba de piña, figuran dentro de las cifras de importancia que se manejan en el mundo”, indica el productor Claudio Jiménez, de la provincia Sánchez Ramírez. Claudio conoce del tema, tiene 15 años envueltos en la actividad y experiencia suficiente para ofrecer detalles sobre su comportamiento. Es comercializador y llegó a ser el suplidor principal de algunas de las grandes cadenas de supermercados dominicanos. Eran los tiempos en los que se sembraba la denominada “piña pan de azúcar”. Actualmente, la variedad principal en el país es la MD2.

Cuando Dole estuvo en República Dominicana también estaba en Costa Rica y al irse de aquí fortaleció sus operaciones en la otra nación. Eso explica en parte el posicionamiento costarricense en la materia, en adición a que en esa nación opera también la empresa Delmonte.

 En República Dominicana hay en producción unas 2,000 hectáreas (unas 32 mil tareas, indican conocedores del ramo, otros aseguran que la cantidad es apenas de poco más 1,000 hectáreas) de piña, una cantidad que pudiera incrementarse si se realizaran esfuerzos para conseguir nichos donde colocar la fruta. “Tú no puedes involucrarte en una siembra masiva sin un mercado seguro. Primero se busca el mercado y luego tú produces para ese mercado. No puedes tener cien mil toneladas de piña paradas para luego buscarle mercado, porque eso no puede esperar y puede representar el final de tu inversión. Si ocurre eso, la piña simplemente se pierde”, advierte Jiménez.

En concreto, a lo que se refiere es a que “en los mercados internacionales se vende con una programación, donde el comercializador debe saber claramente ahora lo que venderá dentro de un año o año y medio y en función de eso busca y prepara las condiciones para suplir su mercancía en ese tiempo”. La fórmula que plantea el “piñero” para que la cuestión marche correctamente es la siguiente: “Hay que lograr un esfuerzo mancomunado donde, tanto el sector público como el privado exploren los mercados, por un lado, y por el otro los productores trabajen para suplir”, indica.

Claudio Jiménez dijo que no le consta que desde las agencias del Gobierno encargadas de promover las bondades del país para producir piña se esté haciendo trabajo alguno en el exterior en esa dirección. Se refiere a entidades como el Centro de Exportación e Inversión de República Dominicana (CEI-RD).
Sin embargo, una opinión distinta tiene el también cultivador de la fruta Mario Velásquez. “Yo mismo recibo cantidad de llamadas de gente de afuera que quieren piña de República Dominicana, pero hay limitación para producir”, indica.
Mario Velásquez es el mismo que hace años dirigió el Clúster de Piña, que está de capa caída en la actualidad. Parte de los integrantes de ese grupo se han concentrado ahora en la Asociación de Productores de Piña de Cevicos (un municipio de la provincia Sánchez Ramírez).

¿Qué hace el Gobierno central?

El Gobierno dispuso la entrega de diez millones de plantas-hijuelos mejoradas y de alto valor genético de piña. La primera partida se realizó a mediados del pasado año a productores de Cevicos, vía el Fondo Especial para el Desarrollo Agropecuario (FEDA). Los “hijuelos” fueron importados desde Costa Rica para robustecer la calidad del cultivo. El costo de producción de piña en RD es más alto que en otras naciones (entre 30 mil y 40 mil pesos/tarea) pero los precios de venta son atractivos en finca (entre 20 y 30 pesos la unidad y en exportación a US$7 la caja de 12 kilos.

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