Decenas de cañeros iniciaron ayer una vigilia frente al Palacio Nacional que durará hasta el viernes, esto para exigir al Gobierno una pensión y seguro médico.La Unión de Trabajadores Cañeros de los Bateyes (UTC) solicitó al presidente Danilo Medina un tercer decreto para pensionar a los cañeros que tienen su solicitud pendiente.
El presidente de esta entidad, Jesús Núñez, señaló que aún faltan unos 5,800 ex trabajadores de la caña por pensionar. Dijo además, que se necesita aumentar el monto que actualmente se les da a lo ya pensionados, que son cinco mil pesos.
Algunos de estos hombres y mujeres, en su gran mayoría ancianos, explicaron que ya no tienen de que vivir ni con que mantenerse. “Ya estoy muy viejo y no me dan trabajo en ningún lado”, era una frase que cada uno de los entrevistados decía.
Aseguraron que los 5 mil pesos que el Gobierno le provee a otros cañeros pensionados no les dan ni para comprar sus medicamentos, por lo que pidieron que esas pensiones sean elevadas a 10 mil pesos, para poder sostenerse.
Jesús Núñez, dijo que más de 22 mil trabajadores cañeros que trabajaron por más de cuatro y cinco décadas en los campos de caña del Consejo Estatal del Azúcar (CEA), fueron “tirados” a la calle a su suerte.
Denunció que miles de trabajadores cañeros murieron sin poder obtener sus pensiones que tanto pelearon, mientras que otros ancianos tienen sus manos y piernas mutiladas de tanto trabajar, explicó el dirigente.
“Yo piqué caña, sembré, fui carretero, tiré abono, yo hice de todo y no me quieren dar esa pensionsita que tanto necesito para poder comer”, dijo Odalis Joseph, mientras mostraba sus arrugadas manos marcadas por las múltiples cortadas que se llegó a hacer con el machete mientras trabajaba.
Piden que la pensión sea heredada por familiares
Los trabajadores de la caña a su petición agregaron además que el Gobierno permita que la pensión pueda ser heredada, para que pueda pasar a manos de sus familiares más cercanos cuando fallezcan. Según testimoniaron, es injusto que sus esposas, hijos o nietos queden a la “suerte” sin ninguna entrada de dinero cuando ellos ya no estén.
