La intervención de la Corporación del Acueducto y Alcantarillado de Santo Domingo (CAASD) para poner fin a las inundaciones causadas en el kilómetro 11 de la carretera Sánchez ha dejado a su paso otro incómodo problema a los moradores de las urbanizaciones circundantes.A más de cinco meses de iniciados los trabajos, la institución abandonó la obra sin antes cerrar por completo las zanjas por donde se introdujeron las tuberías de agua.
La situación es motivo de grandes taponamientos durante las horas pico, lo que provoca el malestar de los conductores que se ven forzados a buscar vías alternas, bien sea a través de la urbanización José Contreras o la Autopista 30 de Mayo.
El tramo afectado, que va desde el kilómetro 9 y 1/2 hasta el 11 y 1/2, está lleno de aberturas diagonales cada cinco metros, lo que provoca la lentitud del tránsito y arrastra consigo una nube de polvo que incomoda a los transeúntes y moradores del lugar.
“Esos trabajos están paralizados desde alrededor de cinco meses. La gente lo que hace es que coge el malecón o por dentro de la urbanización José Contreras, porque esto por aquí está vuelto un desastre”, narró Abel Matos.
Agrega que los conductores también se han visto forzados a transitar en doble vía en ambos carriles, lo que vuelve más caótica y peligrosa la circulación, principalmente por las noches.
Orlando Campusano, chofer de carro público, afirmó que ya están cansados de la situación por lo que esta semana amenazan con paralizar el tránsito, si las autoridades no acuden a solucionar el problema.
“Esto no es posible. Es un abuso lo que tienen con uno. Rompieron eso y lo dejaron así, será para que se le rompan las piezas de los carros. Ya estamos cansados de que nos tengan cogiendo lucha”, afirmó indignado.
Con igual indignación reaccionó el chofer Jesús Constanzo: “Imagínese, cómo son las cosas de este país. Vienen a arreglar una cosa y dañan otra. Esto nos está afectando mucho, los carritos sufren mucho con todos estos hoyos”.
Usan isletas como depósito de desperdicios sólidos
Las isletas centrales de la vía, que conectan el Distrito Nacional con la región Sur del país, son usadas por los residentes de los sectores aledaños como depósitos de basura, con la anuencia del Ayuntamiento del Distrito Nacional (ADN) por la falta de contenedores.
La imagen que evocan los vertederos improvisados es de falta de higiene y contaminación ambiental.
