Los aspirantes a jueces aprenden más que Derecho

En una antigua y delicada casa en la calle César Nicolás Penson, decenas de abogados, aspirantes a jueces, se dan cita para ser formados como magistrados de la República, su pénsum es amplio y las exigencias son muchas.

En una antigua y delicada casa en la calle César Nicolás Penson, decenas de abogados, aspirantes a jueces, se dan cita para ser formados como magistrados de la República, su pénsum es amplio y las exigencias son muchas. Su cargo estará revestido de solemnidad pero esto no impide que también puedan relajarse y dentro de sus actividades incluir algo de etiqueta y protocolo, deportes y hasta zumba.

“La formación que reciben los aspirantes a jueces y juezas es integral, es decir, se forman en todos los aspectos de la vida, no solamente lo que tiene que ver con el ámbito jurídico y personal”, comenta Jacinto Castillo, subdirector de la Escuela Nacional de la Judicatura (ENJ), lugar de estudios de los futuros jueces.

Citó como ejemplo que a los estudiantes se les da apreciación musical, presencia escénica, visitas a monumentos coloniales, ortografía, redacción, etiqueta y protocolo, idiomas (inglés y francés), deportes (pimpón, zumba, aeróbico, ajedrez, yoga). Antes, precisa, teníamos voleibol y básquetbol, pero por razones de espacio no se ha podido continuar.

“Tratamos de que no sea solamente Derecho lo que aprendan los estudiantes, sino que tengan una formación integral”, expresó. Entiende que al ser una cuestión integral no solo es estudio sino que “tiene que haber un momento que sirva como una especie de válvula de escape”. 

Paralela a toda la formación integral, dice Elis Coronado, gerente del programa de formación, también a los aspirantes a jueces se les refuerza la parte relativa a la personalidad para llevarlos al perfil esperado.

Todas las materias ayudan

Elvis Carbonell aún no ha completado el programa para ser juez, pero ya ha tenido que enfrentarse a la realidad del sistema de Justicia. “A medida en que estamos en el proceso de suplencia, que es fungir como juez de un tribunal, nos hemos dado cuenta de que todas las materias son necesarias”, expresó. En el terreno supo la importancia de la archivística. “Debes saber sobre archivos porque es la base del tribunal, los expedientes son el corazón del caso, y hay que saber cómo guardarlos”, dijo.

Para Eduardo Valdez Piña, aspirante a juez, una de las cosas más importantes es la gestión de despacho (manejo del tribunal). “La Escuela nos ha dado las herramientas necesarias para que manejemos bien los casos”, precisó.
 
Los jueces antes y ahora

Para Manuel Antonio Ramírez Suzaña, presidente de la Corte de Apelación de San Juan, hay una diferencia abismal entre la forma de elegir los jueces hoy y la usada anteriormente, porque no existía un proceso sistematizado. Ramírez Suzaña, docente en la Escuela Nacional de la Judicatura y coordinador del área de Derecho Constitucional, explicó que la Constitución del 1966 contemplaba en su artículo 23 que el Senado seleccionaba a las juezas y juezas de la República, por lo que no tenían que pasar por carrera, es la reforma de la Constitución del 1994, que va a sentar las bases para la Carrera Judicial.

Dijo que cuando se instaura la ley 327-98, sobre Carrera Judicial, se inicia la Escuela de la Judicatura (anterior Escuela de la Magistratura). Previo a esto, indica, se politizaba la administración de justicia e iba en contra del fortalecimiento del Estado de Derecho.

Sobre este punto, Castillo indica que se ha avanzado mucho y todas las personas que tienen 30 años o menos no han podido percibir el verdadero cambio que ha tenido el Poder Judicial.

“Los jueces eran elegidos dedocráticamente por el Senado y hoy en día, para ser juez es necesario pasar un concurso de aspirantes, y luego pasar dos años estudiando en la Escuela Nacional de la Judicatura”, explicó. Agregó que antes el juez fallaba “por su honor y su conciencia” pero ahora debe de motivar sus decisiones.

¿Cómo ingresar a la Escuela?

Tener un título de Licenciado en Derecho es uno de los requisitos para poder concursar a ser aspirante a juez de Paz. Superado este trámite,  y una vez en la Escuela, los abogados se forman por un período de dos años para ser parte del Poder Judicial. El primer año es más teórico que práctica, y en el segundo año ya no están en la Escuela sino en los tribunales fungiendo como juez suplente. En su función de suplentes son rotados cada tres meses a diferentes puntos del país.

LoS futuros jueces

Elvis Carbonell
Aspirante a juez
Lo que realmente quiere el Poder Judicial son jueces capaces e independientes que puedan dar solución a los conflictos que le llegan a los tribunales, procurando la justicia ante todo, no observando los casos por las personas envueltas en él. Justos ante todo.

Tania Gómez
Aspirante a juez
La realidad es más dura de lo que vivimos en la Escuela Nacional de la Judicatura. No se pueden prever todos los casos, la Escuela solo nos da las herramientas para poder enfrentar esas situaciones y salir adelante. Como dije, los procesos no son previsibles.

Eduardo Valdez Piña
Aspirante a juez
Fueron  muchas las expectativas al llegar a la Escuela Nacional de la Judicatura y fueron todas llenadas con creces. No solo nos vuelve aptos, sino que desarrolla en nosotros aptitud que nos permite alcanzar altitud, y en lo personal he crecido.

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