La capital dominicana ha dividido y conformado, probablemente sin proponérselo, un mapa comercial que es una suerte de guía y referencia para los compradores, especialmente para los que buscan opciones de precios y en ocasiones de piezas y aparatos usados.
Para muchas personas, incluso para los que viven fuera del Gran Santo Domingo (Distrito Nacional y provincia Santo Domingo) resulta más o menos fácil saber a qué punto dirigirse cuando se les presenta una necesidad de un electrodoméstico, un neumático, una pieza de motor o simplemente acudir a un restaurante.
Temprano en la mañana de un día de semana, la calle Moca y la denominada “la 20”, ubicadas en el sector Villa Juana (Distrito Nacional), constituyen una especie de termómetro sobre qué busca la gente en un entorno como ese. Saberlo no es tan difícil. Asomarse a la entrada de la Moca, desde la avenida San Martín deja claramente establecido que por ahí el fuerte son las gomas y aros de vehículos, pero también los repuestos. Eso no indica que no haya otro tipo de actividad.
En los alrededores de la Moca se cuentan entre 57 y 60 negocios (en algunos casos tiendas) relacionados con aros de autos y gomas. No todos son empresas formales, pero de manera global ofrecen una amplia gama de opciones en calidad y precios para todos los gustos y condiciones de “bolsillo”.
En Villa Juana, la Moca hace intersección con la avenida San Martín, con la Tunti Cáceres, con la Peña Batlle, Francisco Villaespesa, Mauricio Báez, Paraguay, Américo Lugo y Pedro Livio Cedeño, quizás por eso a Villa Juana “le entra gente” por todos los lados.
Y parte de esa gente llega con frecuencia a RAG Tire Auto Center SRL, ubicado en la calle Moca número 8. El negocio sobrepasó ya la mayoría de edad, tiene 25 años y es distribuidor exclusivo de varias marcas, de acuerdo a informaciones ofrecidas por Ramón García Morel, gerente de la empresa. Cuando de neumático se trata el negocio está más o menos segmentado entre la Moca, la María Montez y la Américo Lugo.
“No podemos decir que uno vive de maravilla, pero el negocio da para comer. Antes la empresa tenía mucho dinero en la calle (en ventas que se hacían a los clientes), pero ahora no es lo mismo”, explica García Morel, mientras conversa en la oficina de su negocio con un equipo de prensa de elCaribe. La empresa ofrece servicio a domicilio y venta rápida. “Debo decir que para uno poder mantener los gastos operativos de una empresa como ésta hay que vender unos 14 millones de pesos cada mes”, indica el gerente de RAG. Otros negocios de los alrededores se manejan con montos diferentes, unos con mucho menos dinero. Otros quizás con montos parecidos. Depende de la función de cada uno.
Los comerciantes de gomas y aros de la Moca tienen algunas quejas sobre la Dirección General de Aduanas (DGA). “Es que nos han apretado en el cobro de algunos servicios. Y a eso hay que sumar que la venta de neumático por aquí ha ido mermando quizás en un 35%”, expone García Morel. La queja no es solo de este comerciante. A unos metros de su establecimientos representantes de otros establecimientos “dejan caer” una crítica similar sobre la DGA.
Gobierno, gomas y construcciones
Los comerciantes cuando hablan de compra y venta introducen un elemento que toca directamente el tema de la gestión de gobierno actual. “La llegada de Danilo Medina a la presidencia de la República nos afectó, porque se detuvieron las construcción en muchas partes y hay que recordar que nosotros les vendemos neumáticos a camioneros que antes se movían a esas construcciones”, exponen en distintos puntos de la conversación (y por separado) Erick Mercedes, Rafael Echavarría y Ramón García Morel.
De mecánicos y ambulantes
Si bien en Villa Juana confluye toda una diversidad de establecimientos, en esa misma medida abundan los mecánicos en la calle, ofreciendo soluciones para todo tipo de problema.
Uno de esos mecánicos es Miguel Rosario, quien se autodefine como “la alternativa”. “Te puedo decir que prácticamente crecí en esto. Cuando era pequeño veía a mi papá dándole jaquimazos a los carros que les llevaban. Mi papá no tenía aparatos modernos para aflojar tuercas y apretar tornillos y yo tampoco los tengo del todo, aunque sí algunos”, indica Rosario. Con frecuencia a este conocedor de la mecánica le llegan clientes con interés de cambiar los amortiguadores de los vehículos, verificar las bandas de los frenos o las “piñas.
“Pero si me llega un carro con un problema que yo no entienda, entonces le envío la persona a un amigo y así me sale lo mío también”, indica.
