Desasosiego

La inseguridad,  identificada entre las principales preocupaciones de los ciudadanos, junto al alto costo de la vida y el desempleo, agrava todos los problemas nacionales. “Sin seguridad no hay desarrollo”, comentó recientemente un funcionario de la Unión Europea de visita en el país. En otros tiempos éramos un país seguro y así aunque pobres, la vida se sobrellevaba con esperanza. Ahora en un santiamén la delincuencia derrumba nuestra felicidad y todos nuestros esfuerzos humanos. Expresiones se esgrimen motivadas en la impotencia: “Hay que dejarle este país a los delincuentes y a los políticos”. Lo que funcionará es tomar acción, protestar la sociedad unida y firmemente para exigir una respuesta gubernamental sostenida y eficaz al serio flagelo de la criminalidad.