Judas traiciona a Jesús y lo vende por 30 monedas

Durante la Última Cena, Jesús reveló que uno de sus apóstoles lo tracionaría, mientras que otro, Pedro, sobre el que edificaría la Iglesia, por miedo, lo negaría tres veces.

Durante la Última Cena, Jesús reveló que uno de sus apóstoles lo tracionaría, mientras que otro, Pedro, sobre el que edificaría la Iglesia, por miedo, lo negaría tres veces.Aunque hay ciertas contradicciones sobre cuándo exactamente se celebró la Última Cena entre los evangelios de Juan, que la establece entre el martes y el miércoles (Juan 13:1, 18:28), con los de Marcos (Marcos 14:12) y Lucas (Lucas 22:7), que señalan el jueves, las versiones más aceptadas son las de Juan, que indica que se celebró antes de la cena de  Pascuas o Pésaj, una festividad judía que conmemora la liberación del pueblo hebreo de la esclavitud de Egipto.

La Última Cena, celebrada hace 2014 años, es el momento en que  Jesús instituye el sacramento de la eucaristía a través del Pan y el Vino como su sangre y su cuerpo.

Durante el ágape, Jesús tomó pan y lo bendijo, lo partió y, dándoselo a sus discípulos, dijo: “Tomad, comed, éste es mi cuerpo”. Luego tomó una copa y, dadas las gracias, se la dio diciendo: “Bebed de ella todos, porque ésta es mi sangre de la Alianza, que es derramada por muchos para perdón de los pecados”.

Asimismo, se asume como el más humilde de los mortales al lavar los pies de sus discípulos. Al concluir les dijo: “Pues si yo, el Señor y el Maestro, os lavé los pies, vosotros también debéis lavaros los pies unos a otros. Porque os he dado ejemplo, para que como yo os he hecho, vosotros también hagáis. En verdad, en verdad os digo: un siervo no es mayor que su señor, ni un enviado es mayor que el que lo envió. Si sabéis esto, seréis felices si lo practicáis”.

Jesús revela será traicionado

De acuerdo con el evangelio de Juan, durante la cena, con pesar profundo Jesús dijo: “Os aseguro que uno de vosotros me va a entregar”. Al decir esto, perplejos, los 12 Apóstoles se miraron preguntándose qué era lo que el maestro quería decir. Dice Juan que Pedro le hizo señas a uno de los discípulos que estaba junto a Jesús para que le preguntara a quién se refería, y Judas preguntó: “¿Señor, quién es?”, a lo que el maestro contestó: “Aquél a quien dé este trozo de pan”.

Untado el pan, se lo dio a Judas, hijo de Simón el Iscariote. Y Jesús le dijo “Lo que tenga que hacer, hazlo en seguida”.

Judas, hombre de confianza de Jesús, después de tomar el pan, salió y abandonó la cena. Al verlo salir Jesús comentó: “Ahora es glorificado el Hijo del hombre, y Dios es glorificado en él. Si Dios es glorificado en él, también Dios lo glorificará en sí mismo: pronto lo glorificará. Hijos míos, me queda poco de estar con vosotros. Me buscaréis, pero lo que dije a los judíos os lo digo ahora a vosotros: Donde yo voy, vosotros no podéis ir”.

Siempre de acuerdo al evangelio de Juan, sin entender, Pedro preguntó: “Señor, ¿A dónde es que vas?”, y Jesús le dijo: “Adonde yo voy no me puedes acompañar ahora, me acompañarás más tarde”. Pedro insistió: “Señor, ¿por qué no puedo acompañarte ahora? Daré mi vida por ti”. Y Jesús le contestó: “Con que darás tu vida por mí”. Te aseguro que no cantará el gallo antes que me hayas negado tres veces”.

Oración en los olivos

Tras la cena, Cristo y once de los apóstoles (todos menos Judas) salieron de la ciudad de Jerusalén. Según el evangelio de Mateo (26,39), Jesús tiene una inmensa necesidad de orar, ya que, como hombre mortal, su alma estaba destrozada por la tristeza. Cuenta que en el huerto de los olivos Jesús cayó y postrando su rostro en la tierra exclamó: “Padre mío, si es posible, que pase de mí este cáliz; pero no sea yo como quiero, sino como quieres Tú”. Mientras en el huerto de los olivos Jesús oraba, su discípulo Judas se encontraba reunido con el sumo sacerdote y el Sanadrín, o suprema corte judía, que había decidido matar al hijo de Dios antes del Sabbat, que en la tradición judía se observa desde el atardecer del viernes hasta la aparición de tres estrellas la noche del sábado. Cuenta Juan que Judas negoció entregar a Jesús por 30 monedas de oro. Entonces, el sumo sacerdote y el Sanedrín acordaron al día siguiente tender una trampa a Jesús y apresarlo, a fin de decretar su muerte.

El evangelista Mateo narra: “En aquel tiempo, uno de los Doce, llamado Judas Iscariote, fue a los sumos sacerdotes y les propuso: ´¿Qué estáis dispuestos a darme, si os lo entrego?´. Ellos se ajustaron con él en treinta monedas. Y desde entonces andaba buscando ocasión propicia para entregarlo”.

De jueves a domingo se celebra el Triduo Pascual

Mañana se inicia el Triduo Pascual, período en el que la liturgia cristiana conmemora la pasión, muerte y resurrección de Jesús de Nazaret. El Triduo comprende desde la tarde del Jueves Santo, cuando concluye la Cuaresma, hasta la madrugada del Domingo de Pascua o Resurrección. A las 9:00 am del Jueves será la misa crismal, se renovarán las promesas sacerdotales y se entregarán los santos óleos. A las 8:00 PM será oficiada la misa de la Cena del Señor, donde se hace el lavatorio de pies y desde las 9:30 pm hasta la medianoche se harán adoraciones y visitas a monumentos. El Viernes Santo, día de la pasión y muerte de Jesús, las parroquias oficiarán solemnes acciones litúrgicas en la tarde y se venerará la Santa Cruz. En la Catedral de 8:00 am a 1:00 pm se harán adoraciones y confesiones; de 1:00 a 3:00 pm será el sermón de Las Siete Palabras, que culminará con una solemne eucaristía. El Sábado Santo, día de la sepultura, se realizará una solemne vigilia, se bendecirá el fuego del cirio pascual, se llevará a cabo una procesión, se renovarán las promesas de bautismo y se celebrará una letanía a los santos. Para el Domingo Santo está programada una Misa Pascual o Misa del Gallo a las 12:00 de la noche.

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