Sabana Yegua, Azua.- Es temprano en la mañana y de lejos puede verse un color mamey que se mueve por todos los lados. El día está soleado-caliente y el polvo levantado los camiones que cruzan por la carretera no permite divisar mucho a lo lejos.
Ni el movimiento del color mamey ni la polvareda son casuales, ambos tienen que ver con los trabajos de rehabilitación que se desarrollan en la presa de Sabana Yegua, primer componente del proyecto Monte Grande que realiza el Gobierno para beneficio de diversas provincias del Sur del país. El color mamey que ve de lejos un equipo de prensa de elCaribe que recorre la zona, corresponde a los chalecos de los empleados de la empresa Andrade Gutiérrez, que tiene a cargo los trabajos del embalse.
Con el trabajo de esas personas (incluyendo sábados y domingos) se espera terminar Sabana Yegua a principios de agosto, el compromiso es entregar esa obra el día 8 de ese mes al Instituto Nacional de Recursos Hidráulicos (INDRHI). Eso indica que los turnos tienen que ser por 24 horas, divididos en grupos de obreros y técnicos. Hay unos 350 empleados directos de producción. Cuando se juntan los auxiliares y otras personas, suman unos 500.
“El interés per sé no es solo terminar la estructura, ha dicho el Gobierno”. Más allá de eso, hay una cuestión de índole humano. Lo primordial es regular las aguas del río Yaque del Sur, para garantizar el agua requerida para los Distritos de Riego Yaque del Sur y Valle de Azua, y el control y amortiguamiento de las crecidas.
De esa manera se atenuarán los efectos de las inundaciones de campos y poblados situados aguas abajo del embalse. Adicionalmente, Sabana Yegua tendrá como subproducto la generación de energía eléctrica, mediante una central hidroeléctrica al pie de la presa. Cada una de esas informaciones las conoce perfectamente Félix López, ingeniero de Producción de Andrade Gutiérrez. Y lo demostró mientras recorría con el equipo de prensa de este diario, unas veces a pie, y otras en una camioneta, cada parte que se rehabilita de la presa. López trabaja con Andrade Gutiérrez desde 2011, pero cuenta con vasta experiencia en otros proyectos importantes desarrollados en República Dominicana. “En sentido general, aunque hay partes específicas de la obra que están más avanzadas, Sabana Yegua está avanzada en un 80 y 90% y estará terminada para principios de agosto”, asegura López, suspendiendo por momentos la conversación para responder llamadas de trabajo o el aviso por la radio sobre una cuestión muy puntual de las labores. “Aquí la obra inicialmente tenía el muro de la presa y ese muro lo estamos recreciendo para aumentar la capacidad de embalse. Estamos haciendo el vertedero de servicio nuevo para evitar inundaciones y para tener un desagüe cuando haya una crecida aguas abajo”, indica, intentando ser lo más explicativo posible sobre puntos que son puramente técnicos y propios de la ingeniería y la hidráulica.
El experto sostiene que se remodeló por completo el vertedero auxiliar que tenía la presa y se le aumentó la capacidad de almacenamiento al embalse. Lo que quiere decir, en esencia, es que habrá mucho más capacidad de desahogo de las aguas, un elemento que alegra bastante a los poblados situados aguas abajo de Sabana Yegua, que en tiempos de lluvia eran inundados con frecuencia, a veces sin aviso previo. En abril, en lo que tiene que ver con la colocación de hormigones en el vertedero de servicio estará concluido el 97%. Solo faltará hacer cunetas, aceras y contenes.
Y falta lo que se denomina “pila del puente”, unos laterales y abajo unas losas. En el caso del vertedero auxiliar falta menos, lo que indica que en dos semanas ahí “las cosas” estarán listas. Mientras, al muro de la presa le faltan unos estribos y completar unos rellenos. En algunos componentes de Sabana Yegua lo que faltan son detalles por concluir. Y a juzgar por el trabajo que se realiza, todo podrá “cuadrarse” en el tiempo calculado, tanto por Andrade Gutiérrez, como por el propio Gobierno. En las labores de Sabana Yegua se usa hormigón (la empresa constructora tiene en el entorno de la obra una planta de hormigón y agregado), grava, varilla, cemento, filtros, arenas, arcillas. De esta última existe un banco dentro del embalse de la presa.
Lo primero es garantizar la seguridad hídrica
El proyecto Sabana Yegua había quedado inconcluso desde el año 1978, porque el huracán David la llenó de manera sorpresiva sin que se le construyera el vertedero auxiliar izquierdo ni el vertedero auxiliar derecho. Lleva dos auxiliares por la complejidad de la cuenca, que controla tres ríos (Río Grande, río La Cueva y río Yaque). Con la entrega del primer componente de la presa de Sabana Yegua se espera que haya un impacto importante. Y uno de esos impactos tiene que ver con la garantizar la seguridad hídrica y eliminar el peligro de inundaciones a toda Azua.
