Electromagnetismo cerebral y lectura del pensamiento

Todos los seres humanos, en algún momento de la vida, hemos participado en reuniones en el trabajo, en la iglesia, en la comunidad, en la casa, o en cualquier otro escenario, donde al expresar algún criterio sobre un tema particular, alguien sentado&#82

Todos los seres humanos, en algún momento de la vida, hemos participado en reuniones en el trabajo, en la iglesia, en la comunidad, en la casa, o en cualquier otro escenario, donde al expresar algún criterio sobre un tema particular, alguien sentado cerca a nosotros ha respondido “me leíste el pensamiento”, del mismo modo que nosotros también hemos respondido de la misma forma en ambientes similares cuando otro participante de una reunión en la que estamos, aparentemente se ha adelantado y ha expresado en esa reunión exactamente la misma idea que estábamos elaborando en nuestra mente para expresarla en el momento siguiente.

Siempre hemos tomado esas situaciones como hechos circunstanciales aislados, sin mayor importancia, cuando en realidad, ni son circunstanciales, ni son aislados, pues son fruto de transmisiones electromagnéticas de ondas cerebrales que se superponen sobre el campo electromagnético natural de nuestro planeta tierra, permitiendo que una onda electromagnética de baja energía viaje desde un cerebro emisor a otro cerebro receptor vecino, el cual la recibe, la descodifica, la interpreta y la emite, a veces antes que la propia persona que generó la idea.

Si usted está en una reunión importante, y desea oír una respuesta a una cuestión importante, pero no quiere ser usted quien haga la pregunta, usted se concentra en la pregunta hasta que segundos después alguien hace la misma pregunta, y no es una coincidencia, ni una casualidad.

Una persona que está muy concentrada asimilando y procesando todo cuanto se dice en una reunión importante emite ondas electromagnéticas Gamma, con muy alta frecuencia de hasta 40 Hertz, que llegan a los demás, otra persona que está en estado normal de alerta y atención emite ondas Beta con alta frecuencia que varían entre 18 y 40 Hertz, otra persona que está concentrada en el informe o el libro que estudia emite ondas Beta de frecuencia media comprendidas entre 15 y 18 Hertz y quien está relajado emite ondas Beta de baja frecuencia entre 12 y 15 Hertz.

Contrario a los estados de máxima atención y alerta que emiten ondas electromagnéticas de muy alta frecuencia, tenemos a los monjes y a los grandes pensadores, quienes entran en estado de relajación mental moderada y positiva para pensar, reflexionar, entender, y aprender con huella profunda, en cuyo momento el cerebro emite ondas Alfa comprendidas entre 8 y 12 Hertz, pero si ese monje decide pasar a un estado de relajación profunda para meditación, entonces su cerebro reduce todavía más la frecuencia de sus pulsaciones electromagnéticas hasta colocarlas entre 3 y 8 Hertz, es decir, que en esta condición la onda repite su ciclo entre 3 y 8 veces cada segundo.

Esto confirma que el cerebro humano es un transmisor de ondas electromagnéticas que vibran en diferentes frecuencias y producen diferentes estados emocionales en las personas, estados que van desde una alerta máxima que transmite mensajes en alta frecuencia para quienes estén cerca de nosotros, pero que al mismo tiempo produce anomalías electromagnéticas que perturban el ambiente; contrario al estado de paz, relajación y meditación profunda, que transmite en muy baja frecuencia, lo que explica el porqué en muchas reuniones hay acaloradas discusiones, mientras en una sesión de oración, relajación o meditación, nunca hay ningún tipo de discusión.

El cerebro humano prefrontal evolucionado lleva consigo excelentes herramientas de comunicación que todavía no hemos desarrollado en toda su extensión, y así como un siglo atrás era imposible pensar en teléfonos celulares para comunicarnos a distancia, así en el futuro será posible utilizar el cerebro para comunicarnos en la cercanía o a distancia. l

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