Pasada la Semana Santa, esos días de reencuentro, sosiego, paz, en la generalidad de los casos, o como haya preferido tomarla… en cualquier caso, estamos de nuevo en el trabajo, en las clases, en las actividades cotidianas, en la lucha humana por sobrevivir y crecer. Y ellos vuelven, ahí, con sus historias, mentiras, engaños, para hacernos creer lo que de inicio sabemos falso.
Simplemente, para lo que sabemos, para encaramarse, o seguir en el palo, disfrutando las mieles aquellas. A eso vuelven, a convencernos de lo bueno que son, pero conocemos las historias, las mismas historias, los mismos cuentos. Pese a ellos, hay que seguir adelante.