Un techo de zinc que mientras escampa afuera y llueve dentro y cuando hay calor el sudor baja por los rostros de los estudiantes de la pequeña escuela Profesor Juan Francisco Tamayo.Esta es solo una de las precariedades que describen la situación de esta escuela ubicada en el sector Los tres Brazos de Santo Domingo Este, donde unos 500 estudiantes son distribuidos en tan solo nueve aulas, en la tanda matutina y vespertina.
Apenas se puede caminar por las angostas escaleras que casi simulan un laberinto que se convierte en un caos a la hora de entrada y salida de los estudiantes.
Las condiciones en que laboran tanto la directora Juana Manzanillo como todo el equipo del centro de estudios son muy notables a simple vista.
Este local, que es rentado, no cuenta con un centro de informática, canchas, ni espacios de recreación, y mientras los directivos del centro están a la espera de la terminación del plantel que el Gobierno les prometió para el traslado de sus estudiantes, los trabajos están detenidos desde hace unos tres meses por falta de fondos, como aseguró un obrero que estaba en el lugar.
La construcción de la escuela, ubicada en la calle Los Salmos, iniciaron en noviembre del 2014, y en enero del presente año fue paralizada.
En el terreno se levantan, dos escuelas básicas, un liceo con canchas y comedor y una estancia infantil, pero todas están paralizadas.
La situación preocupa a los representantes de la escuela Tamayo ya que dicen no pueden permanecer en el pequeño local porque las condiciones son cada día más precarias.
