COLEBROOK, NEW HAMPSHIRE (AP) — Tres personas, entre ellas un pariente, han sido acusadas de saquear la tumba de un empresario de Nueva Hampshire buscando su «verdadero testamento».
El protagonista indirecto es Eddie Nash, el empresario fallecido, que murió de un ataque al corazón en 2004 a la edad de 68 años. En mayo la lápida de cemento de su tumba en el cementerio de Colebrook Village apareció destrozada y el ataúd abierto y meticulosamente registrado. Los restos mortales no presentaban daños.
Según una declaración jurada de la policía los saqueadores son Ginette Dowse, Michael Day y la propia hija del muerto, Melanie Lynch. Los hechos parece que fueron inducidos por la hija que aseguró que su padre había sido enterrado con su verdadero testamento. Michael Day está acusado de sacar el ataúd de la tierra y Dowse de facilitar un medio de transporte.
El empresario Eddie Nash, que volvió a ser enterrado, montó en 1979 una empresa de equipamientos que a fecha de hoy sigue regentando su familia.
