La República Dominicana gasta de forma directa RD$2,103.3 millones al año en atenciones de embarazos de adolescentes.La revelación a hizo ayer el Fondo de Población de las Naciones Unidas (FNUP), quien señaló que ello contrasta grandemente con lo invertido por el país en prevención de embarazos en menores de edad.
“El costo anual estimado en atención del embarazo y maternidad en adolescentes representa 33 veces la inversión estimada del Plan Nacional de Prevención del Embarazo en Adolescentes, lo que indica que la prevención es más costo-efectiva, además de promover la inclusión social y disminuir la morbilidad asociada a los embarazos en adolescentes”, sostiene.
De los RD$2,103.3 millones anuales gastados en atenciones directas a los embarazos de menores de edad, el 57% (RD$1,189.2 millones corresponden a hospitales públicos y el 43% (RD$9,140.1 millones) a clínicas privadas.
El FNUP hizo las revelaciones al presentar el estudio “Costo del embarazo y la maternidad en la adolescencia en la República Dominicana”, del economista y sociólogo Jefrey Lizardo, quien afirma que el gasto total directo estimado en hospitales públicos para la atención al embarazo y maternidad en adolescentes corresponde al 96% del nivel presupuestado en todos los servicios de salud colectiva del Ministerio de Salud.
Según el estudio, la diferencia entre el costo entre un parto normal y uno por cesárea es de RD$64,525 en clínica privada y RD$32,419 en hospitales públicos.
De este costo, el mayor porcentaje corresponde al pago de honorarios médicos y del personal de salud que participa en la atención, esto es 51% del costo total de las clínicas privadas y el 48% en los hospitales públicos.
Igualmente, las labores de parto consumen el 58% de los recursos en los hospitales públicos y el 44% en las clínicas privadas.
RD, quinto lugar de AL en niñas embarazadas
Al opinar sobre el estudio, Sonia Vázquez, representante de la FNUP en el país, observó que la República Dominicana ocupa el quinto lugar de América Latina de adolescentes embarazadas, y aseguró que detrás de cada embarazo hay una situación de abuso y violencia sexual. Atribuyó el problema del embarazo en adolescentes a la cultura de ver la preñez como proyecto de vida.
