El empresario Felipe Auffant consideró que levantar un muro en la frontera con Haití es una manera de decirle a la comunidad internacional que este país no puede cargar más los problemas del vecino país. Asimismo, entiende que en República Dominicana se deben desarrollar estrategias a favor del empleo y mejores salarios para los dominicanos.
¿Es Haití una oportunidad?
Se argumenta que Haití representa una oportunidad para nuestro país. Si esto fuera cierto, no comprendemos porque las grandes naciones no aprovechan esa extraordinaria oportunidad.
Estamos convencidos que para las grandes naciones Haití es un problema de recursos y, en consecuencia, se desea que carguemos, por lo menos, con una buena parte de ese problema.
Usted dice que se nos está tratando de convencer.
Estamos ante la nueva realidad del “poder blando.” Las naciones obtienen influencia creando fundaciones, financiando ONG y hasta penetrando a las Naciones Unidas. Estas acciones obedecen a sus intereses nacionales. Hay que tomar con naturalidad que naciones amigas puedan tener diferencias de intereses en un asunto. Haití es un problema de recursos y es lógico que cada quien trate que el otro cargue un poco más…
Mencionó a las Naciones Unidas.
La encuesta de inmigrantes de las Naciones Unidas fundamentó la campaña internacional del genocidio civil contra 200,000 haitianos, a quienes supuestamente se les quitó la nacionalidad, pues respondieron en la encuesta que nacieron aquí. Una afirmación que no prueba nada, pues que yo me declare chino, no me hace chino…
¿Y usted tomó parte en un debate muy polarizado?
No quedó otra alternativa….El otorgar 200,000 ciudadanías a la ligera, como se intentó y aparentemente se intenta hacer desde ciertos círculos, creará un precedente perjudicial para nuestro país, pues en poco años tendremos nuevas presiones para naturalizar otros tantos, con los mismos u otros argumentos. Pues, aprendí muy joven en la Universidad de Yale, que las naciones primero identifican sus intereses y luego buscan buenos argumentos para justificarlos. Lo que no se justifica es que nos llamen ultra-conservadores y cosas peores, como Nazis, admiradores de Hitler…
¿Le molesta?
En realidad, nos preocupan esas reacciones emotivas, pues impiden analizar objetivamente la realidad. El plan de regularización ha demostrado que estos inmigrantes carecían de documentos, y que tenemos razón en oponernos al otorgamiento a la ligera de la ciudadanía a 200,000 personas… Pues sin documentación no hay manera de decidir algo racionalmente…
¿Cuál es esa realidad a la que Ud. se refiere?
La Agencia Central de Inteligencia (C.I.A) informa en la red que un 34.4% de los dominicanos son indigentes; que un 10% de la población apenas consume el 1.8% del total; que los dominicanos entre 15 y 24 años tienen un desempleo de un 29,4%. Todo agravado por una inmigración descontrolada.
¿Cómo afecta esta inmigración?
Los inmigrantes pobres les quitan los trabajos y les deprimen los salarios a los dominicanos pobres, lo que beneficia a las clases pudientes. Es decir, la inmigración de pobres provoca desempleo, pobreza y agrava la desigualdad social. Todo esto bendecido por la “solidaridad” de la izquierda. Otro aspecto de la tragicomedia dominicana.
¿Qué propone usted?
Debemos limitar el problema, frenando la inmigración ilegal, no así el comercio, con un muro fronterizo, pues enfrentamos un panorama preocupante. El construir el muro es además la manera de decirle a la comunidad internacional que este país no puede cargar más con ese problema…La oposición emotiva a esta iniciativa demuestra que algunos no comprenden que enfrentamos una lucha fría de intereses.
¿Usted describe un panorama preocupante?
Ciertamente. El presente modelo económico se está agotando y se sustenta en un endeudamiento acelerado, algo que debe detenerse, pues en el futuro podríamos enfrentar una recesión económica, por falta de financiamiento internacional. El panorama de mayor desempleo, mayor pobreza junto con el peso de una masa inmigrante empobrecida debe preocuparnos.
¿Entonces, cuál sería la alternativa?
Debemos desarrollar estrategias a favor del empleo y mejores salarios para los dominicanos. Esto crea riqueza y es la mejor arma contra la pobreza. Las transferencias, como el Bonogas, son paliativos necesarios, pero no crean riqueza y crean dependencias políticas…
El Presidente del Banco Mundial hizo unas declaraciones pertinentes: “Un buen empleo puede cambiar la vida de una persona y cuando los puestos de trabajo son adecuados, pueden transformar sociedades completas. Los gobiernos deben poner este tema en primer plano para promover la prosperidad y luchar contra la pobreza.” En este país se ha minimizado la pérdida de cientos de miles de empleos a manos de inmigrantes y es que el bienestar e intereses de los dominicanos parecen haberse olvidado en este debate, por lo que debemos colocarlos nuevamente en el centro de nuestra atención…..
Haití
Haití es un problema de recursos y es lógico que cada quien trate que el otro cargue un poco más”.
