Mucho cuidadito

Dicen que todo temerario es osado, y a veces en demasía. Con los informes de inteligencia que tienen algunos organismos de seguridad sobre lo que tienen planeado hacer, para el próximo domingo, ciertos sectores de los que adversan a Miguel Vargas…

Dicen que todo temerario es osado, y a veces en demasía. Con los informes de inteligencia que tienen algunos organismos de seguridad sobre lo que tienen planeado hacer, para el próximo domingo, ciertos sectores de los que adversan a Miguel Vargas Maldonado, a los fines de enturbiar las aguas de la convención perredeísta, y el pronunciamiento tremendista hecho por un general retirado dos veces de las Fuerzas Armadas, anunciando que podrían haber muertos ese día, se confirma una vez más que aquí hay quienes creen que puede llover para arriba, que la sociedad no les va a tomar en cuenta sus desafueros y les va a a pasar factura en el momento del cuadre de caja, y que toda contradicción política puede dirimirse con civismo y decencia. Además, a confesión de partes, relevo de pruebas…

¡A paso de…!

Por más que quieren ocultarlo, los reformistas no dejan de hacer cada vez más visibles sus diferencias, algunas de las cuales vienen desde los gobiernos del presidente Joaquín Balaguer. Para conmemorar el duodécimo aniversario del fallecimiento del líder y caudillo, no pudieron dejar atrás algunos enconos. Hubo dos misas separadas, y en cada una de ellas –según me cuentan- estaban los doctores Merengue al pecho, y pese a los saludos con sonrisas y palmaditas en los hombros, se tiraban cuchillitos hasta con ciertas miradas. Para coronar el escenario, en la misa oficiada en el Centro de los Héroes, estalló un velón, que no sé si era rojo, en el momento en que el sacerdote exaltaba las virtudes del presidente Balaguer, y me dicen que desde el fondo del salón, un reformista de la base gritó: “Eso es el doctor Balaguer, porque no lo estamos haciendo bien”. Ya han quedado atrás, y son solo recuerdos, aquellos tiempos felices de campaña del reformismo, que siempre se encendían con los discursos clásicos pero firmes de Balaguer, principalmente cuando culminaba sus intervenciones con su arenga favorita: “¡A paso de vencedores..!”.

Posted in Sin categoría

Más de

Más leídas de

Las Más leídas