“Tener un abuelo como Juan Bosh es un honor”

Las cargas positivas pesan, pero no duelen, expresa Catalina Bosch Carcuro, nieta paterna del profesor Juan Bosch, quien además considera que llevar la figura de su abuelo, sin dudas significa una responsabilidad; y por otra parte es un privilegio…

Las cargas positivas pesan, pero no duelen, expresa Catalina Bosch Carcuro, nieta paterna del profesor Juan Bosch, quien además considera que llevar la figura de su abuelo, sin dudas significa una responsabilidad; y por otra parte es un privilegio para ella, porque cree que pocas personas pueden tener un abuelo con la cantidad de dones y virtudes que él tuvo. Es por eso que desde 2009, cuando se celebraron los 100 años del natalicio del profesor Bosch, su nieta, secretaria general del comité que lleva su nombre, junto a organizaciones e instituciones chilenas, celebran la vida, obra, legado literario y político, y particularmente su paso por Chile, lugar donde permaneció en la década de los cincuenta por alrededor de dos años.

¿Cuál fue el motivo de su visita a República  Dominicana?
Presentar el informe “Siguiendo las huellas de Juan Bosch en Chile”, el cual recoge las labores académicas, culturales, literarias, artísticas, educativas y políticas realizadas en Chile desde 2009 hasta la fecha. Con esto, queremos difundir y compartir con los dominicanos y dominicanas lo que hemos hecho en Chile en estos cinco años en pro de rescatar el pacto de Juan Bosch por esas tierras.

¿Qué la motivó a presentar ese informe en RD?
Es la primera vez que lo presentamos aquí, porque consideramos que ya se había cumplido un ciclo, cinco años de trabajo, y que correspondía, no solo compartirlo en Chile, sino también con el pueblo dominicano. Acumular una serie de experiencia y reflexiones; de aprendizaje, para compartirlo con todos los dominicanos para que puedan apreciar todas las cosas más significativas que hemos estado haciendo.

¿Cuál es el objetivo de la entidad?
En su comienzo, era celebrar la vida de Juan Bosch, su obra, su legado literario y político y, particularmente, su paso por Chile; pero a partir de este objetivo empezamos a comprometernos con ver la vigencia de lo que él planteó hace muchos años atrás. Entonces, hay un trabajo ahora acerca de cómo hacer realidad las cosas que él pensaba y que aportó a la sociedad.

Este comité está integrado, entre otras personas, por Pablo Maríñez, embajador dominicano en Chile, Rosario Carcuro, Greysis Lizardo, Mónica Muñoz, así como académicos y decanos de distintas universidades chilenas.

¿Qué actividades realizan para honrar la vida de Juan Bosch?
Estamos desarrollando el concurso literario “Juan Bosch” en su tercera versión, cuyo ganador recibe un viaje a República Dominicana. Desarrollamos, también, en conjunto con el Ministerio de Cultura chileno, el documental “Los días chilenos de Juan Bosch”. Hemos publicado varios de sus libros en Chile como son: “La muchacha de la guaira”, “Los cuentos para niños y cuentos para jóvenes”, entre un sinnúmero de obras, que consideramos importantes compartir con los dominicanos para que sepan cómo el pueblo chileno está abierto a valorar lo que significa Bosch para América Latina.

¿Cuál es su lugar de nacimiento?
Nací hace 40 años en La Habana, Cuba. Soy hija de Patricio Bosch, hijo de Juan Bosch y Carmen Quidiello, y mi mamá es Rosario Carcuro, chilena.
Nací allí a raíz de que cuando aconteció el golpe militar de 1873 en Chile, mi papá, que era cubano, tomó la decisión de exiliarse en Cuba, así que mi hermano Matías y yo nacimos allí. A los 18 años regresé a Chile con mi mamá, después del retorno de la democracia, y hace 22 años que vivo en Santiago de Chile.

¿Cómo ha sido su vida al ser nieta de una figura como Juan Bosch?
Bueno mira, las cargas positivas pesan, pero no duelen; y entonces, llevar a mi abuelo como esa figura que es, sin duda significa una responsabilidad. Por eso digo que pesa, porque yo creo que uno, haciendo el honor, tiene que ser muy cuidadoso en cómo procede en la vida en honor a lo que él fue. Entonces, en ese sentido, ese honor implica una responsabilidad; pero, por otra parte, es un privilegio, porque creo que pocas personas pueden tener un abuelo que tenga la cantidad de dones y virtudes que él tuvo.

¿Cómo fue su relación con Juan Bosch?
Mi relación fue de una nieta y un abuelo. Un abuelo que mandaba chocolates a Cuba. Para mí, “el abuelo de los chocolates y los sobres manila”, que nos mandaba unas cartas hermosas, firmadas como Papá Juan.

De niña, yo visitaba el país y mi abuelo  iba a Cuba, así que teníamos una relación cercana; no tanto como si viviéramos en el mismo lugar, pero era el abuelo más cercano que tuve en mi infancia, porque mi abuelo materno vivía en Chile, en los tiempos de la dictadura de Pinoché. Entonces, no nos podíamos ver.

El abuelo que yo tuve fue mi abuelo Juan, un abuelo muy cariñoso y muy presente, que tenía esa capacidad de transmitirnos mucho afecto, cercanía y calidez. Como que no me imaginaba, siendo niña, la importancia que tenía en otros ámbitos, porque era un hombre muy sencillo, muy simple, muy natural… un abuelo.

Profesional
Me gradué de psicóloga, con una maestría en Psicología Jurídica Forense, y estoy realizando una de Terapia Familiar y de Pareja”.

Observadora
En la manera que fui creciendo notaba las otras facetas de ese abuelo cariñoso y querendón que me parecen cada vez más mágicas e importantes”.

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