El inglés ya no es la barrera que era antes en Grandes Ligas

SAN FRANCISCO (AP) — Charlando en el dugout antes de un juego, el cátcher Héctor Sánchez comentaba lo duro que es atrapar los tiros del abridor de San Francisco Tim Lincecum por la cantidad de pelotas que hay que capturar…

SAN FRANCISCO (AP) — Charlando en el dugout antes de un juego, el cátcher Héctor Sánchez comentaba lo duro que es atrapar los tiros del abridor de San Francisco Tim Lincecum por la cantidad de pelotas que hay que capturar a ras del piso. «Another day at the office», dijo Sánchez, usando una típica expresión en inglés que alude a la rutina de una oficina.

El venezolano usa ese tipo de frases con bastante naturalidad después de pasar horas estudiando inglés cuando jugaba en las ligas menores y dice que sus avances con el idioma son casi tan importantes como su desempeño en el terreno de juego, donde estuvo detrás del plato el 25 de junio, cuando Lincecum lanzó un juego sin hits.

Cientos de peloteros latinoamericanos jóvenes que militan en distintos niveles del béisbol estadounidense hablan también con cierta soltura el inglés gracias a los esfuerzos de los equipos estadounidenses por prepararlos para la vida en este país. Los 30 equipos de las grandes ligas tienen academias en la República Dominicana y varios abrieron asimismo operaciones similares en Venezuela.

«No hay duda de que las cosas son distintas hoy a lo que eran hace una generación, por la cobertura periodística, el impacto de los medios sociales, la televisión… todo», comentó el mánager de San Diego Bud Black. «Estos tipos están expuestos a muchas cosas».

Los Gigantes de San Francisco, el equipo de Sánchez, dicen que aumentado en un 400% sus gastos en este tipo de actividades en la última década.

«Ha ido subiendo continuamente cada año y hemos agregado muchos elementos al programa de asimilación», declaró Alan Lee, director de operaciones de béisbol en Arizona de los Gigantes.

Los Gigantes calculan que en los últimos 15 años dieron clases de inglés a unos 325 jugadores de América Latina y también le dieron la oportunidad de aprender español a quienes estuviesen interesados. En los últimos cuatro años unos 200 peloteros tomaron clases de español.

Black y otros pilotos y gerentes generales dicen que hay cada vez menos temas en los que el idioma surge como una barrera problemática. La mayoría de los mánagers, por ejemplo, hacen los cambios de pitcher sin la ayuda de un intérprete en la actualidad.

Algunos, no obstante, todavía prefieren tener uno a mano cuando le informan a un jugador que lo envían a las menores o cuando explican algunos aspectos técnicos del swing, la mecánica de lanzar o dan otras instrucciones.

«Si hay algo en particular que quiero que un jugador comprenda y no quiero que pueda haber confusión alguna, llamo a un intérprete y le digo que le transmita exactamente lo que estoy diciendo, cómo lo estoy diciendo», manifestó el mánager de los Rangers Ron Washington, quien se defiende con el español. «No quiero que cambie mis palabras porque digo las cosas de modo tal que puedan tener cierto impacto. Si cambias algo, no transmitirás lo que quiero decir».

Sánchez dice que aprender el inglés fue para él tan importante como analizar a los lanzadores y sus tendencias. Tenía que estar en condiciones de hablar con ellos, por lo que tomó clases por computadora vía Skype antes y después de los juegos.

«No es solo por el puesto en que juego», explicó. «Estás en otro país y el idioma es un desafío para ti. Debes hacerle frente para salir adelante».

Mientras que Sánchez ya ha demostrado ser una buena alternativa al titular Buster Posey, el futuro de la novena —sus jugadores hispanos de las menores— se acomodan en un salón del complejo de entrenamientos en Scottsdale, Arizona, para tomar clases de inglés nocturnas. Las clases incluyen inglés básico y cómo escribir cheques, usar una cuenta bancaria o despachar una carta. Se les enseña incluso cómo hacer una simple llamada telefónica.

«En nuestra época no había nada de eso. Tuvimos que aprender todo de cero», comentó Orlando Cepeda, un puertorriqueño de 76 años elevado al Salón de la Fama que fue parte de uno de los primeros grupos de latinoamericanos que jugaron al béisbol en Estados Unidos. «Aprendí hablando con los jugadores», agregó.

Carol Gabb es la principal instructora de inglés de los peloteros de ligas menores de los Gigantes. Alienta constantemente a sus alumnos y festeja sus progresos. En una clase reciente les hizo cantar a todos el Feliz Cumpleaños en inglés y analizar el significado de la canción.

Los peloteros, igual que los niños, se ríen, conversan, se ponen nerviosos cuando leen algo en inglés o sonríen tímidamente cuando responden bien a una pregunta.

No hace mucho Sánchez era uno de ellos y se tomó el asunto tan en serio que tomó clases privadas de inglés.

«Quería aprender algo todos los días», dijo el cátcher, quien habla cada vez mejor inglés. «De eso se trata, de mejorar y aprender. Es así que uno sale adelante en la vida».

Un día, durante la primavera, el relevista Santiago Casilla usó una mezcla de español e inglés para pedirle al preparador físico de los Gigantes Dave Groeschner algo para el dolor de cabeza.

«Entiendo todo, pero me cuesta un poco hablarlo», expresó.

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