LA PAZ, Bolivia (AP) — El presidente Evo Morales fue reelegido dirigente del mayor sindicato cocalero de Bolivia y prometió ampliar la actual superficie legal de cultivos de hoja de coca si gana las elecciones de octubre.
En Bolivia el cultivo de coca es legal hasta 12.000 hectáreas para consumo tradicional pero sólo en el norte de La Paz, donde la planta se siembra desde el tiempo de los incas.
La ley actual que declara ilegal la coca en el Chapare, el feudo político de Morales, nunca fue modificada. Con la legalización de una pequeña parcela en el Chapare y en otras regiones, como prometió el mandatario, la superficie legal se elevará a 20.000 hectáreas en todo el país.
Al clausurar un congreso de los cocaleros del Chapare el domingo en la noche, Morales prometió que un eventual próximo mandato «debe ser para consolidar con una nueva ley el cato (una parcela de 1.624 metros cuadrados) de coca», con lo que se ampliará a 20.000 hectáreas la superficie legal de cultivos de coca..
Según las encuestas, el mandatario es favorito a ser reelecto a un tercer mandato en las elecciones generales del 12 de octubre.
Morales saltó a la política en los noventa como líder de los cocaleros del Chapare resistiendo los planes de Estados Unidos para erradicar la coca en su región.
La Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito reportó en su informe anual en junio que Bolivia redujo sus cocales a 23.000 hectáreas el año pasado, la superficie más baja en 12 años, pero alertó que un 47% de la producción se desvía presumiblemente al narcotráfico.
Bolivia es tercer productor de coca y cocaína después de Perú y Colombia.
La hoja La coca ha sido declarada patrimonio cultural por la constitución de 2009 y Morales ha emprendido una campaña internacional para sacar a esa hoja de la lista negra de una convención de estupefacientes de Naciones Unidas de 1961.
Morales ha sido cuestionado por opositores y organizaciones como la Iglesia Católica por su política dual contra la coca y por mantener el cargo de presidente de los sindicatos cocaleros del Chapare, aunque el mandatario dijo que es simbólico.
