Desde España II

Siguiendo con el Guernica, importante es advertir que la obra cumple varias funciones, entre las más importantes: la artística y la política-social.

Desde España

Haremos nuestro mayor esfuerzo por resumir lo poco o mucho que hemos aprendido por estos días en nuestras visitas a los museos.

Siguiendo con el Guernica, importante es advertir que la obra cumple varias funciones, entre las más importantes: la artística y la política-social.Esta doble función la hemos querido presentar con la intención de hacer una valoración que nos permita comprender en términos estructurales una de las piezas que más han llamado la atención en lo que respecta al arte del siglo XX.

Y, en vista de que más concretamente desde las vanguardias europeas, el arte viene dado por el concepto, o lo que es lo mismo, será más relevante lo que quiera aportar ideológicamente el artista que lo académico o no que pueda resultar su trabajo, hemos querido presentar algunas valoraciones sobre el cuadro.

En cuanto a la función político-social, Picasso consigue emplear su arte como arma, logrando disparar un mensaje de una gran fuerza psicológica. De ahí que al compartir las impresiones sobre el Guernica con nuestra amiga María Luisa, ésta, a su vez, reseñó que en su rol de profesora, “un día llevaron un grupo de niños al Museo Reina Sofía, como parte del programa docente. Todos iban muy felices hasta que tuvieron su encuentro con el gran lienzo. Un silencio inundó la sala, hasta que de pronto empezaron a asomarse las lágrimas en aquellos rostros inocentes, porque, según los pequeñines, los personajes en la obra reflejaban una gran tristeza”.

En efecto, cuando decidimos conocer el cuadro, estábamos muy entusiasmados: ¡Por fin¡, veríamos el gran Guernica. Al verlo, nos impresionó, al punto de superar nuestras expectativas, pero… ciertamente nos infringió una gran tristeza. Picasso había logrado su cometido, los personajes develaban el gran dolor que supuso el bombardeo en la ciudad.

En cuanto a lo artístico, podríamos decir que se trata de una obra muy bien dispuesta, la línea es fundamental en la composición y, el mayor realce está en los juegos de luces y sombras. Se dice que Picasso quiso ponerle color al cuadro, pero es en los contrastes que se logra captar la esencia de cada plano en la escena.

Posted in Sin categoría

Haremos nuestro mayor esfuerzo por resumir lo poco o mucho que hemos aprendido por estos días en nuestras visitas a los museos. Para esta ocasión compartiremos nuestras impresiones sobre el Guernica, una de las obras más representativas del artista de origen malagueño Pablo Picasso y, podría decirse que uno de los íconos de la pintura española e internacional.

Y es que luego de hora y media en el Museo Reina Sofía recorriendo la colección “De la Revuelta a la Postmodernidad” (1962-1982), algo tonto, porque desde el inicio debimos a lo mejor seguir un orden cronológico, pero el instinto fue nuestro guía principal, siendo justamente esta fuerza interior la que nos guiara entre una obra y otra al segundo piso, conocido como el espacio destinado para “La irrupción del siglo XX: utopías y conflictos” (1900-1945), donde se encuentra colgado el gran lienzo de Picasso al que hemos hecho referencia.

El Guernica fue presentado por vez primera en el Salón Español de la Exposición de París “Arte y Técnicas en la Vida Moderna” y, aunque se trató de un cuadro que Picasso realizó por encargo, el tema lo trabajó con total libertad.

De manera que estar de frente a este gran lienzo, despierta una suerte de sensaciones difíciles de transmutar. Lo primero es que, a pesar de que el título deviene tras el bombardeo de la ciudad vasca de Guernica (1937), en la misma no se registran elementos que puedan asociarse a una guerra, pero cuidado, porque las imágenes que integran la obra de un modo u otro advierten los efectos de la misma, pues a Picasso no le gustaban las guerras, pero es  sabido que siempre estuvo en desacuerdo con el levantamiento militar contra la República.

Es apreciable el “momentum” en que fue realizada la obra por la fuerza que remiten tanto los trazos como la expresión de los rostros, estableciéndose de un modo u otro cierta relación obra-espectador, lo que revela cierta nostalgia que sin darnos cuenta causa conmoción interior, lo que nos guía  a hacernos uno con el sufrimiento de los personajes.

Posted in Sin categoría

Más de

Más leídas de

Las Más leídas