Policías víctimas de la violencia

Con frecuencia nos indignamos cuando la Policía mata civiles, a veces indefensos, en los famosos y poco acreditados “intercambios de disparos”, pero poco decimos cuando delincuentes asesinan policías cobardemente y sin piedad.Esos…

Con frecuencia nos indignamos cuando la Policía mata civiles, a veces indefensos, en los famosos y poco acreditados “intercambios de disparos”, pero poco decimos cuando delincuentes asesinan policías cobardemente y sin piedad.

Esos ciudadanos al servicio del orden y la paz, igual son seres humanos, y cuando caen trabajando, en el cumplimiento del deber, no sólo pierden la vida. Queda rota la integridad del hogar.

La familia también pierde la fuente de sustento, por pequeña o precaria que sea. Y más aún, quedan en el desamparo su compañera y sus hijos, generalmente menores de edad, porque en la mayoría de los casos, los agentes policiales que están en las calles, son jóvenes. Y es que el cuido, la seguridad ciudadana, recae precisamente en quienes tienen más vitalidad y fortaleza para encarar a los criminales, cada vez más siniestramente organizados para delinquir y matar, civiles o policías.

A los servidores caídos en servicio, la Policía los recordó ayer en el Día de los Padres. Nosotros queremos acompañar a esa institución en tan noble ocasión. Y particularmente a su jefe, el mayor general Manuel Castro Castillo, quien ha sido muy enfático en tratar de que la sociedad comprenda que también los policías son víctimas de la violencia, que tienen familias y que cuando caen hay secuelas y un doloroso drama.

Y lo hacemos nosotros, que somos muy críticos de la violencia que también estimula la Policía con alguna actuación imprudente de algunos de sus miembros, lo que no nos impide ver y reconocer las difíciles circunstancias en que se desempeña el trabajo de los policías.

Esta triste realidad es lo que nos persuade acerca de la necesidad de apostar por una cultura de paz. Que no tengamos que presenciar el asesinato de un policía a veces para despojarlo de su arma o cuando se enfrenta con una banda criminal.
Cuando en el país prevalezca la paz y la justicia, policías y civiles viviremos más seguros. En ello es necesario que se comprometa la sociedad, y especialmente quienes tienen a cargo la misión de gobernarnos. l

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