La Dirección General de Aduanas, en una acción sin precedentes de atentar contra el estado de derecho, ignorar los deseos del Presidente y dar la espalda al sentir de la población, dispuso mediante resolución la aplicación de impuestos a las compras realizadas por internet de artículos de menos de 200 dólares, efectivo a partir del 15 de agosto.
Sorprende la desfachatez de esa institución de pretender llevar a cabo por vía administrativa lo que el Congreso Nacional modificó para respetar lo dispuesto por el DR-CAFTA y lo que el ejecutivo estableció hace años en el decreto No.
402-5 para priorizar el interés general del consumidor. Además, esto constituye una clara violación al artículo 93 de la Constitución que indica que sólo el Congreso Nacional tiene la facultad exclusiva para crear impuestos.
La mayoría de los dominicanos ha expresado indignación ante este abuso que con ITEBIS y aranceles agregaría entre un 18% y un 38% a la factura de artículos comprados por internet. Se trata de una burla que había sido rechazada por el presidente Danilo Medina y que desde finales de 2012 se consideraba un tema cerrado, pero parece que las influencias de algunas asociaciones de comerciantes fueron más poderosas en la Dirección General de Aduanas.
No se trata únicamente de respetar el marco legal vigente, sino también de cuidar el único respiro que tiene el consumidor dominicano ante abusivos márgenes de ganancias de hasta un 400% que tienen muchos comercios locales que hoy aplauden este ilegal e injusto impuesto. Cuando en páginas de internet de venta de productos como Ebay y Amazon cualquiera que accede encuentra cosas al detalle hasta en la décima parte del precio que son vendidas aquí, evidentemente al comerciante que compra al por mayor, que recibe la mercancía en contenedores cuyo costo de importación es mucho más barato que el que se paga por artículos individuales, le resulta todo más económico, lo que revela que el problema no es de riesgos ni falta de competitividad, sino de falta de voluntad para eliminar los excesos y establecer precios prudentes.
Las compras por internet no sólo son más baratas, sino que además son cómodas y evitan el pobre servicio que ofrecen muchos comercios locales.
Lo que hace la Dirección de Aduanas con esto es instaurar una dictadura comercial y ganar el repudio de los dominicanos. Ojalá el Tribunal Superior Administrativo juegue su papel y el Presidente Medina no se quede de brazos cruzados.
