BARCELONA, España. Con la mirada puesta en las sonadas contrataciones de figuras como James Rodríguez, Toni Kross y Raúl Jiménez, Real Madrid y Atlético de Madrid se juegan esta semana la Supercopa de España. El partido de ida es hoy en el Bernabéu y el encuentro de vuelta el viernes en el Calderón-en el primer encuentro de los dos equipos de la capital tras cruzarse por última vez en el choque decisivo de la Liga de Campeones.
Aquella final del pasado 24 de mayo la ganó el Madrid 4-1 en la prórroga, forzada a un minuto y medio del tiempo reglamentario, cuando el Atlético no pudo aguantar su ventaja de 1-0.
Los blancos juegan la Supercopa en calidad de campeones de la Copa del Rey, mientras que el Atlético la alcanza al haber ganado la liga, competición que los nueve años previos se habían repartido Madrid y Barcelona.
Una revancha
Para el Atlético se trata del primer partido oficial de la presente temporada antes del arranque del campeonato el próximo sábado, y también de una excelente oportunidad tanto de cobrarse revancha ante el Madrid como de medir su fortaleza tras sus múltiples bajas en el plantel. El Madrid, cuyo potencial luce descomunal tras el fichaje del arquero costarricense Keylor Navas, el alemán Kroos y el estelar colombiano Rodríguez, ya consiguió el primer trofeo del curso al ganar el pasado martes la Supercopa de Europa al Sevilla, 2-0 con dos goles de Cristiano Ronaldo.
El gran objetivo del año para la entidad “merengue” es celebrar el triplete que incluye liga, Champions y Copa del Rey, aunque el sueño sería la perfección: conseguir sumar los seis títulos en disputa. Llevarse la Supercopa doméstica pondría en dos de dos al cuadro de Carlo Ancelotti, quien anunció en la previa que sería el español Iker Casillas, quien ocuparía el arco en lugar de Navas.
Luis Suárez juega en la paliza del Barcelona
Luis Suárez volvió a jugar un partido de fútbol ayer y lo hizo ganando con el Barcelona, su nuevo equipo.
El artillero uruguayo, que fue sancionado por la FIFA por morder a un rival durante la primera ronda de la Copa del Mundo en junio, tuvo 15 minutos de acción, del 75 al 90. Para entonces, el Barcelona tenía sentenciada la victoria 6-0 ante el León de México.
