La insuficiencia renal crónica

Los riñones tienen como misión mantener al organismo en perfectas condiciones para conseguir el buen funcionamiento de todos sus órganos, para lo cual realizan una serie de funciones, entre las que se encuentran la eliminación de sustancias de…

Los riñones tienen como misión mantener al organismo en perfectas condiciones para conseguir el buen funcionamiento de todos sus órganos, para lo cual realizan una serie de funciones, entre las que se encuentran la eliminación de sustancias de deshecho por medio de la formación de la orina, el control del metabolismo del calcio y fósforo para la correcta formación de los huesos.

También, son los responsables de la maduración de los glóbulos rojos de la sangre, así como la regulación de la presión arterial y el control del volumen y de los electrolitos, por lo que si por alguna circunstancia dejan de funcionar se produce el deterioro de todo el organismo, pudiendo llegar a producirse una situación incompatible con la vida.

Cuando se da una pérdida progresiva de las funciones renales y estos órganos  ya no son capaces de llevar a cabo adecuadamente su cometido, se está frente  a una insuficiencia renal crónica, la cual afecta por igual a hombres y mujeres,  pero debido a  la menstruación y al embarazo, hace que sea  diferente en el caso de la mujer.

Según la nefróloga Hilda Lafontaine, de la Fundación de Trasplante Renal Ashley Baquero, este afección tiene su origen en diversas causas, que pueden ser hereditarias o congénitas, y hasta por glomerulonefritis (acumulación de gran número de glóbulos blancos), pelionefritis (infección urinaria alta), o por enfermedad quística del riñón.

Al hablar del tema, la especialista hace referencia a un estudio reciente publicado en la revista  Journal of the American Society of Nefrology, el cual afirma que una de cada 133 mujeres tendrá insuficiencia renal crónica si vive hasta los 80 años de edad.

Esta enfermedad, que cada vez cobra más víctimas en República Dominicana, afecta a personas en todo el mundo. Basándose en esos resultados, Lafontaine advierte sobre la importancia de la hidratación y visita temprana al especialista ante la aparición de algunos de los síntomas, los cuales, en la mayoría de los casos, son silentes.

Entre las señales  que advierten sobre un problema renal, la especialista cita la  hipertensión arterial, presencia de sangre o proteína en la orina, pérdida de apetito, náuseas, dolor de espalda, de costados o zona abdominal, calambres musculares, fallas renales y formación de piedras en los riñones.

Afecta al embarazo

“La enfermedad renal provoca que los períodos menstruales de la mujer se vuelvan irregulares, ya que ésta interfiere en la producción de hormonas. El organismo retiene impurezas que inhiben la producción de óvulos y la menstruación. Como consecuencia de esto, quedar embarazada podría ser muy difícil”, explica la especialista de la Fundación Baquero. Dice que las mujeres que padecen alguna enfermedad renal “leve”, pueden disfrutar de un embarazo saludable y libre de complicaciones.

Al referirse al feto, Lafontaine dice que  su crecimiento podría verse afectado, dado que no recibirá la suficiente sangre a través de la madre. “Si la hipertensión arterial aumenta mucho, la futura madre puede padecer de preeclampsia, lo que podría traer como consecuencia un parto prematuro y el desarrollo de hemorragias en el útero, el hígado o en los riñones de la mujer embarazada.

Sostiene que por ello, se aconseja posponer el embarazo hasta que se realice el trasplante renal o se estabilice en hemodiálisis. “Todas estas complicaciones pueden poner en peligro la vida de la criatura y de la madre”, asegura la nefróloga.

Se dice que una, en 1,000 pacientes embarazadas, presenta problemas renales. Algunas veces aparecen antes de las 24 semanas en forma de nefritis, edemas o hipertensión arterial; cansancio acentuado, cefalalgia intensa, alteraciones visuales, albuminuria (presencia de proteinuria en la orina). “En fin, el cuadro clínico o síntomas aparecen durante las 24 a 26 semanas de embarazo”, dice.

Cómo mantener los riñones sanos

De acuerdo con Lafontaine,  existen muchas  medidas para cuidar los riñones; entre ellas, recomienda comer sano y hacer ejercicio. Hacer ejercicio y llevar una dieta saludable contribuye a mantener un peso ideal, lo cual es muy importante para la salud de los riñones. El sobrepeso y la obesidad aumentan el riesgo de padecer enfermedades del riñón.  También es importante no consumir bebidas gaseosas, o limitarse a una cada dos o tres días. Podría disfrutarse de un buen vaso de limonada en lugar de una bebida efervescente. Hay que cuidarse de la diabetes y la hipertensión, ya que son las principales causas de enfermedad en los riñones en el mundo. Las personas con diabetes o la presión alta deben mantener un buen control de estas enfermedades para disminuir el riesgo de tener complicaciones, que no son solo del riñón, sino también del corazón, del cerebro y de muchos otros órganos.

Consuma suficiente líquido: Para los riñones es importante que el cuerpo se mantenga bien hidratado. Si no se consume suficiente líquido, los riñones no pueden hacer bien su trabajo. Es importante evitar el uso de medicamentos sin prescripción médica. Algunos medicamentos que se venden sin receta, como los antiinflamatorios, pueden causar enfermedades en los riñones (sobre todo si se utilizan por mucho tiempo); por lo tanto, no es recomendable automedicarse. Las drogas ilícitas también pueden dañar la función de los riñones, otra muy buena razón para no consumirlas.

No fume: El cigarrillo es causa común de cáncer, no solo en el pulmón sino en otros órganos, como la laringe, la faringe, la vejiga, el estómago y los riñones. Las personas que fuman tienen mayor riesgo de disminuir la función del riñón.

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