Loma Quita Espuela, un verso de la naturaleza

Desde el año 1992 la provincia Duarte tiene otro motivo  para ser visitada. Es dueña de una de las reservas científicas más importantes de la zona; se trata de la Loma Quita Espuela, ubicada tan solo a unos 15 kilómetros de la ciudad.

Desde el año 1992 la provincia Duarte tiene otro motivo  para ser visitada. Es dueña de una de las reservas científicas más importantes de la zona; se trata de la Loma Quita Espuela, ubicada tan solo a unos 15 kilómetros de la ciudad.

Allí convive una abundante flora y una activa fauna que dejan perplejo al más apático cuando de recursos naturales se habla. Huele a verde, sabe a cacao, se escucha el contacto del agua con las piedras del río, y, por si fuera poco, se siente la calidez que caracteriza a la gente de campo. Además, tiene una gran importancia como fuente hídrica de la región, ya que en ella nacen unas 46 fuentes de agua, entre ríos y arroyos.

Antes de adentrarse a esta loma, a su pie habita un grupo de personas, que viven para cuidarla y protegerla de la mano depredadora que, en los últimos años, amenaza con dejar a los dominicanos sin su tesoro más preciado: los recursos naturales.

Caminar entre sus senderos no solo garantiza un contacto directo con la naturaleza, es como tener un encuentro con la esencia de lo que antes fue la vida en la loma.  El Sendero de las Nubes, por ejemplo, conduce a la cima del Pico Loma Quita Espuela. La excursión inicia en el Centro de Visitantes de la Reserva, en donde se muestra una exhibición sobre la flora y la fauna de la reserva.

En Sendero Montecito Don Sorón, se recorre la reserva con gran facilidad, combina la visita al Centro Comunitario Los Bracitos y al vivero de la Reserva. Un balneario y un almuerzo acompañan la experiencia.

Con una superficie de aproximadamente 72.5 kilómetros cuadrados, la Loma Quita Espuela es una reserva que ha dado mucho de qué hablar. Al parecer, “siempre tiene la espuela puesta” para defenderse de quienes apuntan a acabar con su verdor y su existencia. Jesús Moreno y toda su familia han aportado a su preservación. Conocen cada uno de sus rincones y han contribuido a su avance.

El trabajo de la familia Moreno, y de muchas otras que como ésta no buscan protagonismo, tiene una poderosa razón de ser. En la citada loma nacen los ríos Jaya, Cuaba, Cuevas, Nagua, Los Bracitos, Quebrada Prieta, Los Arroyos La Lagunita, El Arroyazo, Las Cañas, Los Guineos, Brazo Grande y Piedra Blanca. 
Según explican campesinos del lugar, estos ríos se pueden considerar como única  fuente de agua para consumo doméstico y para riego en la región de Salcedo, San Francisco de Macorís, Pimentel y Nagua.

Es rica en flora y fauna

La Loma Quita Espuela  forma parte de la Cordillera Septentrional y está justo en el centro de los picos que la componen, que son: Loma Vieja, Loma El Quemado, Loma La Canela y  Los Sabrosos.  Esta Reserva Científica fue creada mediante el Decreto No. 82 de 1992. Los términos del referido decreto fueron ratificados por la Ley 64-00 sobre Medio Ambiente y Recursos Naturales.

Esta reserva cuenta con más de 11% de la diversidad de la fauna y la flora del país y es un hogar natural del Solenodon Paradoxus, un mamífero único en el mundo y un fósil viviente en franca vía de extinción. Su  fauna está compuesta por alrededor de 51 especies, entre ellas el conocido guaraguao , el pájaro bobo, el zumbador grande y el zumbadorcito (Mellisuga minima). Aunque en menos cantidad, también  hay palomas. Tiene, asimismo, nueve especies de peces, entre los que están la Anguilla rostrata (único espécimen de la familia Anguillidae reportada en la región del Caribe), una especie marina que sale del Océano Atlántico para penetrar en el río Boba y escalar aguas arriba hasta elevarse a las montañas “e irle a contar el secreto de las profundidades de los mares a sus compañeras que habitan en las aguas de las cumbres cordilleranas”.

Esta área protegida, con 74 kilómetros de extensión, tiene una riqueza florística evaluada en 639 especies de plantas, de las cuales 540 son espermatofitas (con estructuras sexuales definidas), y 99 son pteridofitas (helechos).

Una buena paradita

El reconocimiento del pueblo dominicano y de visitantes amantes del senderismo al potencial de la Loma Quita Espuela, ha hecho que crezca cada vez el número de visitantes al lugar. La situación ha sido motivadora para que la familia Amarante, en nombre de su papá, conocido como Don Lulú, diera forma a un proyecto turístico que acoge al visitante, al tiempo que sirve de fuente de trabajo para que los moradores de la zona no se vean en la necesidad de subir a la loma en búsqueda del pan de cada día.

Luis Amarante, uno de los precursores del proyecto, cuenta que desde hace cinco años vienen dándole forma al rancho para contribuir a la preservación de la loma. Explica que Rancho Lulú  tiene capacidad de hospedaje para  unas 40 personas, pero diariamente reciben a muchos visitantes que solo quieren conocer el lugar, pasar el día en el rancho, bañarse en el río y disfrutar de la naturaleza y su rica comida. Buscan, asegura don Luis, fomentar el turismo. De ahí que realizan excursiones y son un escenario ideal para encuentros religiosos, de familia, retiros y otras actividades que requieren desarrollarse en un lugar armonioso y en contacto con la naturaleza.

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