Muchos de los que conocen bien al presidente Danilo Medina desde hace mucho tiempo ya estaban como olvidando las razones por las que sus más íntimos lo bautizaron en alguna ocasión como El Titán de Bronce, queriendo resaltar con ese mote que es un hombre que no se dobla. Hasta esta semana, inclusive, hubo quienes remarcaban en la creencia de que el mandatario era tímido para hacer movimientos de importancia en su administración, dizque pensando en los efectos que tales remociones producirían eventualmente y que pudieran de manera colateral afectar la indiscutible alta popularidad del presidente y su gobierno. De ahí, que pareciera ser creciente el reclamo de cambios de funcionarios en el gobierno, todo impulsado por una ola mediática que se apoyaba en la llegada de la mitad del régimen. Los decretos emitidos y hechos públicos este lunes, removiendo la mata en los mandos militares llenaron más expectativas de las que la gente se había creado, evidencia de que hay Titán de Bronce para rato. La misma ola mediática espera otros cambios, esta vez entre los funcionarios civiles del gobierno. Y desde las gradas no cesa la bulla. ¡Oooiiigaaan laaa aaalgaaaraaabiiiaaa…!!!
Caras nuevas
Si por caras nuevas es, el presidente supo seleccionar figuras frescas, que no han hecho mucho ruido, para los nuevos mandos militares que ya ayer mismo se juramentaron y fueron posesionados en sus puestos. Todos los designados son oficiales, que luce estaban en el banco esperando su oportunidad. No tienen nombres sonoros, pero las referencias que se tienen de casi todos es que se trata de militares de carrera, bien entrenados, con don de mando y bien ganado respeto entre sus subalternos, por lo que no se puede esperar de ellos otra cosa que no sean buenas actuaciones. Si en verdad se producen cambios civiles, se espera que sean del mismo contenido cualitativo, ya que a fin de cuentas, junto a la transparencia, la gente quiere capacidad y eficiencia. Esperemos…
