Un grupo de familias del distrito municipal San Luis, Santo Domingo Este, protestó ayer frente al Palacio Nacional para pedir al Presidente que ordene frenar una orden de desalojo que ejecutaría la fuerza pública el próximo lunes.Diógenes Ozuna, presidente del Comité Dominicano de los Derechos Humanos y vocero del grupo, explicó que los afectados son alrededor de 150 familias que viven desde hace dos años en el sector El Quilombo de esa localidad, las cuales serían echadas a la calle por orden del director del Consejo Estatal del Azúcar (CEA), bajo el alegato de que el poblado debe ser demolido porque las casuchas de zinc en las que residen “afean” el entorno de una escuela que fue construida en los alrededores.
“El CEA fue y dijo que sacáramos nuestros trastes, porque el lunes a las 5:00 de la madrugada van a ir a desalojarnos, pero esto se debe a la influencia del diputado Alfredo Martínez, quien nos llamó delincuentes, lo que no es cierto”, dijo.
Solicitó que en lugar del desalojo, mejor les construyan las casas de madera o que los reubiquen en otro lugar. Dijo que la mayoría son personas de escasos recursos y que no tienen a donde más ir. Amenazó con que no se quedarán de brazos cruzados si los desahucian.
“Si hay desalojo habrá movilizaciones callejeras, algunos saben, que además de pertenecer a los derechos humanos, somos dirigentes del Falpo (Frente Amplio de Lucha Popular)”, dijo Ozuna, quien entregó una carta en la recepción de la casa de Gobierno, dirigida a Danilo Medina, en la que expresan sus quejas.
Ayer el diputado Alfredo Martínez, junto a un grupo de organizaciones comunitarias, denunció que se trata de “un grupo de antisociales” que invaden los referidos terrenos, por lo que exigió a la dirección del CEA y al gobierno central el desalojo inmediato de ese grupo de personas, las cuales -dijo- están “fuertemente armadas”.
Diputado afirma están vendiendo los terrenos
Martínez aseguró que los ocupantes de los terrenos han instalado una carpa para vender tierra y que han afectado el entorno de la referida escuela. “O es la escuela o es el tigueraje. Nosotros preferimos la escuela”, dijo. Señaló que de no resolverse esa situación, la inversión hecha en la escuela se perderá, “porque nadie va a enviar sus hijos a estudiar en un entorno como ese”.
